La Diócesis de Querétaro, en México, denunció que la capilla de la Sagrada Familia, en la Parroquia de San Sebastián, fue atacada, su Sagrario fue profanado y la Eucaristía fue tirada al piso.
En un comunicado publicado el 9 de abril, la diócesis mexicana expresó su “tristeza y preocupación” porque la iglesia “fue violentada” la noche del 8 de abril.
“Destruyeron algunas cosas y objetos sagrados. Arrojaron al piso las Especies Eucarísticas y se robaron alguna de las píxides (recipientes pequeños en que se suele llevar las hostias consagradas a los enfermos)”, señaló.
La Diócesis de Querétaro pidió “a la comunidad cristiana a unirse para ofrecer a Dios una Solemne Vigilia Eucarística, como un Acto de Desagravio”.
Subrayó además que “el desagravio es un acto de reparación por el sacrilegio contra el Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor, presentes en las especies eucarísticas”.
También pidió a los sacerdotes “fortalecer la seguridad de los templos y capillas, y a seguir promoviendo la adoración perpetua del Santísimo Sacramento”.
“Pidamos a Dios el arrepentimiento y la conversión de quienes sin temor de Dios, se atreven a realizar este tipo de acciones tan tristes y tan dolorosas, que atentan contra la santidad de la Eucaristía, pero sobre todo son en perjuicio de quien las comete”.
La diócesis mexicana recordó además el canon 1367 del Código de Derecho Canónico, en el que se advierte que “quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae (inmediata) reservada a la Sede Apostólica”.
“Que este tipo de agresiones y ofensas a Nuestro Señor Jesucristo y a su Santo Nombre, nos animen para fortalecer de manera organizada, la custodia y vigilancia de los Sagrarios en nuestros templos, de tal manera que ningún Sagrario esté solo”, exhortó la diócesis mexicana.
“Que María, la Mujer eucarística, nos enseñe los caminos para ser hombres y mujeres de Eucaristía y que el señor San José nos proteja de las asechanzas del maligno”, concluyó.
Publicar un comentario