En medio del debate del aborto libre y de la eutanasia en Chile, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC), Ignacio Sánchez, expresó su oposición a los proyectos para ampliar el acceso al aborto y para legalizar la eutanasia, y exhortó a que la medicina vuelva “a su misión inicial”, de respeto a la dignidad “de toda vida humana, sin excepciones”.
En el discurso inaugural del año académico pronunciado el 9 de abril, Sánchez alertó sobre la urgente defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural ante dos proyectos de ley que se debaten en el Congreso.
El primer tema abordado fue el proyecto de ley para modificar el Código Penal y ampliar el acceso al aborto hasta la semana 14 de gestación sin precisar causales. Este fue presentado en enero de 2021 en la Comisión de Mujer, Equidad y Género de la Cámara de Diputados.
La actual ley del aborto permite esta práctica hasta las 12 semanas de gestación en caso de violación. Cuando se trata de una menor de 14 años, el plazo se extiende hasta las 14 semanas de embarazo.
El rector de la UC expresó que “en una sociedad que quiere avanzar hacia el desarrollo integral, el valor de la vida debe estar en el centro de la dignidad de la persona. La vida humana es un bien, independiente de las capacidades, características o condiciones de las personas”.
Tras señalar que “los más frágiles y vulnerables requieren una mayor protección y apoyo”, el rector criticó el proyecto de ley del aborto libre porque “atenta contra el primer derecho humano, que es la vida. Y lo hace con el más desvalido e inocente de todos, el que no se puede defender, el que está por nacer”.
El niño en gestación “requiere una especial preocupación, ya que es el más indefenso. Es una criatura que va a tener un destino trascendente, por lo que el derecho a la vida debe ser garantizado en nuestro país desde la fecundación hasta la muerte natural”, reiteró.
El rector de la UC recordó que también la madre en gestación “requiere del compromiso de la sociedad, así como de políticas públicas de salud y de apoyo integral en este estado de abandono y desesperanza”.
Luego, el rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile se refirió al proyecto de “muerte digna y cuidados paliativos” aprobado por la comisión de Salud de la Cámara de Diputados el 29 de marzo.
El proyecto, que pasará a su segundo trámite constitucional en el Senado, establece que una persona mayor de 18 años puede acceder a la eutanasia si es diagnosticada con un problema de salud grave e irremediable.
“Llama la atención que el actual proyecto de ley no lleve en su título la palabra eutanasia, que se define como el acto de provocar de manera intencionada la muerte de una persona, a solicitud de ésta, y debido a una enfermedad terminal e incurable”, precisó Ignacio Sánchez.
“Hoy, recordar el ethos y fines de la medicina es crucial, ya que esta se orienta a prevenir las enfermedades, promover la salud, asistir a los enfermos, aliviar el dolor y el sufrimiento, y a cuidar a los incurables”.
En ese sentido, el “acompañamiento al enfrentar la muerte forma parte integral del acto médico. Así, el acto médico compasivo es aquel que se orienta a aliviar el sufrimiento, nunca a terminar con la vida del paciente”.
Sánchez dijo que los cuidados paliativos “constituyen una disciplina de amplio desarrollo en las últimas décadas, su adecuada y oportuna implementación colabora de manera efectiva a aliviar el sufrimiento asociado a la enfermedad, y a que las personas puedan vivir sin molestias y con la mejor calidad de vida posible hasta su muerte”.
El rector aseguró que la mayor parte de las escuelas de Medicina del país “están integrando contenidos de cuidados paliativos en pregrado” y en la UC, desde hace tres años se cuenta “con un programa de especialidad en Medicina Paliativa” además de proyectos de investigación en el área y un centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud.
Sánchez aseguró que “se ha reiterado la necesidad de contar con una ley que garantice la entrega de estos cuidados para toda la población, independientemente de la patología de base”.
“Antes de presentar una ley de eutanasia - con la que nunca estaremos de acuerdo- es imprescindible eso sí, entregar cuidados paliativos de calidad y a toda la población en nuestro país”, enfatizó el rector.
En ese sentido, exigió que “de progresar en el parlamento este proyecto de ley de la eutanasia”, se “deberá respetar claramente en el texto del proyecto”, tanto la libertad de conciencia personal de todo el equipo de salud, como el ideario institucional “para oponerse a realizar este acto que no es parte de la medicina”.
“Desde sus inicios nunca la medicina se ha orientado a terminar con la vida del paciente, por lo que no debiera ser este el momento de cambiar sus objetivos en nuestro país”, sentenció.
Debemos trabajar de manera unida, profundizando el sentido de comunidad y con el solo norte de ser un aporte a la sociedad y a la Iglesia. Solo así, como Universidad, podremos entregar al país lo que se nos demanda.
La pandemia del coronavirus, el proceso constituyente, el pleno desarrollo de la mujer en las universidades y los necesarios cambios a la actual ley de educación superior fueron los otros temas abordados en el discurso inaugural.
Lea el discurso completo AQUÍ.
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