“Yo estoy contigo todos los días”, es la frase del Evangelio de San Mateo elegida por el Papa Francisco como lema para la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos que se celebrará el domingo 25 de julio.
En un comunicado difundido por la Sala de Prensa del Vaticano este martes 20 de abril, se señala que el lema elegido por el Pontífice “quiere expresar la cercanía del Señor y de la Iglesia en la vida de cada persona mayor, especialmente en este difícil momento de pandemia”.
El lema “es también una promesa de cercanía y esperanza que jóvenes y mayores pueden expresarse mutuamente”.
De hecho, “no sólo los nietos y los jóvenes están llamados a estar presentes en la vida de las personas mayores, sino que los mayores y los abuelos tienen también una misión de evangelización, de anuncio, de oración y de guía de los jóvenes a la fe”.
En el comunicado de la Sala de Prensa del Vaticano se informa también que, para facilitar la celebración de la Jornada en las iglesias locales y las asociaciones, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (organizadora del evento) propondrá a partir de mediados de junio, algunas herramientas pastorales que estarán disponibles en el sitio www.amorislaetitia.va
El Papa Francisco instituyó la Jornada Mundial de los Abuelos y los Ancianos el 31 de enero al finalizar el rezo del Ángelus desde el Vaticano.
El Santo Padre señaló que la jornada se celebrará en toda la Iglesia el cuarto domingo de julio, “cerca de la conmemoración de San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús”.
Francisco explicó que el objetivo es impulsar el encuentro entre generaciones, de los nietos con los abuelos y de los abuelos con los nietos, para “custodiar las raíces y transmitirlas”.
Tras el anuncio del Papa Francisco, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida emitió un comunicado del prefecto, Cardenal Kevin Joseph Farrell, en el que explicó que esta jornada “es el primer fruto del Año Familia Amoris Laetitia, un don para toda la Iglesia destinado a permanecer a lo largo de los años”.
Destacó que “la pastoral de las personas mayores es una prioridad inaplazable para toda comunidad cristiana. En la encíclica Fratelli tutti, el Santo Padre nos recuerda que nadie se salva solo. En esta perspectiva es necesario atesorar la riqueza espiritual y humana que se fue transmitiendo a lo largo de las generaciones”.
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