Al comenzar con una nueva serie de catequesis sobre el discernimiento, el Papa Francisco explicó algunos elementos indispensables para elegir correctamente y advirtió que Dios quiere hijos libres y no esclavos.
Así lo indicó el Santo Padre durante la Audiencia General de este miércoles 31 de agosto que se llevó a cabo en el Aula Pablo VI del Vaticano.
“El discernimiento es agotador pero indispensable para vivir. Requiere que me conozca a mí mismo, que sepa lo que es bueno para mí aquí y ahora. Sobre todo, requiere una relación filial con Dios. Dios es Padre y no nos deja solos, siempre está dispuesto a aconsejarnos, a animarnos, a acogernos. Pero nunca impone su voluntad. ¿Por qué́? Porque quiere ser amado y no temido. Dios nos quiere hijos no esclavos, hijos libres”, señaló el Papa.
Tras concluir con las catequesis dedicadas al valor de la vejez, el Papa Francisco dijo comenzará con un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema del discernimiento porque “es un acto importante que concierne a todos, porque las elecciones son una parte esencial de la vida”.
“Uno elige la comida, la ropa, un curso de estudio, un trabajo, una relación. En todos ellos se realiza un proyecto de vida, y también se realiza nuestra relación con Dios”, destacó.
En esta línea, el Papa recordó que “en el Evangelio, Jesús habla del discernimiento con imágenes tomadas de la vida ordinaria; por ejemplo, describe al pescador que selecciona los peces buenos y descarta los malos; o al mercader que sabe identificar, entre muchas perlas, la de mayor valor. O el que, arando un campo, encuentra algo que resulta ser un tesoro”.
“A la luz de estos ejemplos, el discernimiento se presenta como un ejercicio de inteligencia, de habilidad y también de voluntad, para aprovechar el momento favorable: son condiciones para hacer una buena elección. Se necesita la inteligencia, la habilidad y la voluntad”.
Luego, el Santo Padre invitó a pensar en las “situaciones inesperadas e imprevistas en las que es imprescindible reconocer la importancia y la urgencia de una decisión que hay que tomar” y agregó que “las decisiones las tenemos que tomar cada uno de nosotros, no hay nadie que tome la decisión por nosotros” porque los adultos son libres, pueden pedir consejo, pero la decisión es personal.
“No se puede decir, hago esto porque lo ha decidido mi marido, lo ha decidido mi esposa, lo ha decidido mi hermano. No. tú debes decidir, cada uno de nosotros debemos decidir. Por eso, es importante saber discernir, para elegir bien es necesario saber discernir”.
Alegría plena
De este modo, el Papa Francisco subrayó que “el Evangelio sugiere otro aspecto importante del discernimiento: implica los afectos. El que ha encontrado el tesoro no siente ninguna dificultad en venderlo todo, tan grande es su alegría”.
Se trata de “una alegría muy especial, que ninguna realidad humana puede dar; y de hecho vuelve a aparecer en muy pocos otros pasajes del Evangelio, todos ellos referidos al encuentro con Dios”.
En este sentido, el Santo Padre invitó a pensar en la alegría de quienes han encontrado al Señor como “la alegría de los Magos cuando, tras un largo y penoso viaje, vuelven a ver la estrella ( Mt 2,10); la alegría de las mujeres que regresan del sepulcro vacío tras escuchar el anuncio del ángel de la resurrección (Mt 28,8)”.
De este modo, el Papa explicó que “tomar una decisión buena, una decisión correcta, te conduce siempre a esa alegría final” y reconoció que “quizá en el camino se debe sufrir un poco, pensar, buscar, pero al final la decisión correcta te llena de alegría”.
Por ejemplo, “pensemos en el primer encuentro de Andrés y Juan con Jesús, un encuentro que nace de una simple pregunta: ‘Rabí, ¿dónde vives?’. – ‘Ven y verás’ dice Jesús (Jn 1,38-39). Un intercambio muy breve, pero es el comienzo de un cambio que marcará toda una vida”, señaló.
“En una decisión buena, correcta, se encuentra la voluntad de Dios con nuestra voluntad, se encuentra el camino actual con el eterno. Tomar una decisión correcta después de un camino de discernimiento es hacer este encuentro. El tiempo con lo eterno”, añadió el Papa.
Por lo tanto, el Santo Padre indicó que algunos elementos indispensables del discernimiento son: la experiencia, el afecto y la voluntad.
Para aprender a vivir hay que aprender a amar
Finalmente, el Papa Francisco destacó que “según la Biblia, no encontramos ante nosotros, ya empaquetada, la vida que hemos de vivir. No, debemos decidirla continuamente según la realidad que viene”.
“Dios nos invita a evaluar y elegir: nos ha creado libres y quiere que ejerzamos nuestra libertad. Por lo tanto, discernir es un reto”.
En esta línea, el Papa reconoció que “a menudo hemos tenido esta experiencia: elegir algo que nos parecía bueno y en cambio no lo era. O saber cuál era nuestro verdadero bien y no elegirlo” porque “el hombre, a diferencia de los animales, puede equivocarse, puede no querer elegir correctamente”.
“El amor solo puede vivirse en libertad. Para aprender a vivir hay que aprender a amar, y para ello es necesario discernir. Qué puedo hacer ahora ante esta alternativa, que sea una señal de más amor, de más madurez en el amor. ¡Que el Espíritu Santo nos guíe! Invoquémosle cada día, especialmente cuando tengamos que tomar decisiones”, concluyó el Papa Francisco.
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