Fray Nelson Medina, sacerdote dominico y doctor en Teología Fundamental conocido por su apostolado en redes sociales, destaca 5 rasgos de la vida de Santo Domingo de Guzmán que pueden ayudar a los católicos en el mundo de hoy.
En la víspera de la fiesta de Santo Domingo de Guzmán, el gran santo fundador de los dominicos y a quien la Virgen María le entregó el Rosario, Fray Nelson compartió con ACI Prensa los siguientes rasgos del gran santo español.
1.- Santo Domingo fue contemplativo
“Los testigos del tiempo de Santo Domingo nos presentan el perfil de un hombre de oración. No se trata simplemente de una gran piedad o devoción, que también estuvo presente en él, se trata de una relación personal con Jesucristo y de un amor constante y creciente”, destacó Fray Nelson.
“Podemos decir que la contemplación de Domingo se apoya en una profunda fascinación por la persona de Cristo, especialmente por Cristo como salvador de los pecadores”, aseguró el sacerdote colombiano.
2.- Santo Domingo: Un hombre de estudio
Fray Nelson resaltó que “el tiempo en que vivió Domingo (1170 – 1221) se caracterizó por abundancia de grupos religiosos que enseñaban cosas parecidas, pero distintas de la fe de la Iglesia Católica”.
Esta situación, continuó el fraile dominico, “engendraba gran confusión en el pueblo de Dios. La propuesta de Domingo es el diálogo basado en el estudio de las fuentes, particularmente de la Sagrada Escritura”.
“En la medida en que el estudio y el diálogo, orientados a la búsqueda de la verdad, se convierten en el instrumento de comunicación, logramos vencer diferencias y aprendemos unos de otros”, subrayó.
3.- Santo Domingo era un hombre profundamente compasivo
“La misericordia de Domingo ha quedado bien testificada a lo largo de su vida. Siendo todavía estudiante en la ciudad de Palencia, en España, una gran hambre azotó a la región”, dijo Fray Nelson.
“Domingo puso a la venta sus valiosísimos libros para aliviar el hambre de tantas personas. Se recuerda especialmente su frase ‘no quiero estudiar sobre pieles muertas mientras manos con hambre se tienden yertas’”.
Esta misma actitud de compasión, destacó el sacerdote, “la tuvo Domingo con respecto a las necesidades del alma. Su oración nocturna prorrumpía en un gran clamor: ¡Señor, misericordia, qué será de los pecadores!”.
4.- Santo domingo fue un hombre de Iglesia
Fray Nelson dijo a ACI Prensa que “cuando nos decepcionamos por los pecados y contradicciones de los hombres y mujeres de Iglesia, nos tienta tomar el camino fácil, el de la huida, separarnos de la comunidad quizás para creernos mejores y más perfectos”.
“La Iglesia del tiempo de Domingo necesitaba grandes reformas y Domingo comprendió que la mejor manera de transformar lo que nos duele de la Iglesia no es atacándola desde fuera sino viviendo nosotros el Evangelio en primer lugar y después ayudando a construir desde dentro”, aseguró.
5.- Santo Domingo fue también un hombre fraterno
“Domingo tenía una gran capacidad para emprender arduas misiones, incluso en soledad, pero no era un obrero solitario sino más bien un pionero, y lo que deseaba y al fin pudo conseguir, fue una comunidad de testigos que pudieran, con su vida y sus palabras servir a muchos en muchos lugares”, indicó Fray Nelson.
“Su espíritu fraterno se manifestó en la capacidad de dar nuevas fuerzas a los que estaban desanimados y ser un motivo de confianza y de amistad para todos”, agregó el sacerdote.
“El testimonio de Santo Domingo de Guzmán es el de una forma de ser, una personalidad sumamente completa y equilibrada y creo que algo así necesita urgentemente nuestro tiempo”, resaltó.
Finalmente, Fray Nelson destacó que en el mundo actual, “en medio de tantas polarizaciones y extremismos, el equilibrio sereno y luminoso de un santo como Domingo de Guzmán tiene mucho para decirnos”.
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