La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó este 20 de enero que el Papa Francisco proclamará Doctor de la Iglesia universal a San Ireneo de Lyon.
Según informó un comunicado vaticano, el Pontífice recibió la propuesta de la Congregación para las Causas de los Santos durante la audiencia que concedió este jueves al prefecto, el Cardenal Marcello Semeraro, quien solicitó al Papa aprobar “el dictamen afirmativo de la Sesión Plenaria de los Cardenales y Obispos miembros del mismo Dicasterio, sobre la concesión del título de Doctor de la Iglesia Universal a San Ireneo, Obispo de Lyon”.
El pasado 7 de octubre, el Papa anunció su intención de proclamar a San Ireneo de Lyon Doctor de la Iglesia con el título de Doctor unitatis, Doctor de la Unidad.
El Santo Padre realizó este anuncio durante el encuentro que mantuvo con los miembros del Grupo Mixto de Trabajo Ortodoxo-Católico San Ireneo en el Palacio Apostólico del Vaticano.
En aquella ocasión, el Papa destacó la importancia que la figura de San Ireneo tiene hoy para el diálogo ecuménico entre católicos y ortodoxos porque “vino de Oriente y ejerció su ministerio episcopal en Occidente. Fue un gran puente espiritual y teológico entre cristianos orientales y occidentales”.
San Ireneo es el segundo Doctor de la Iglesia proclamado en este Pontificado. Antes, el Papa Francisco declaró Doctor de la Iglesia a San Gregorio de Narek en 2015.
En los Pontificados anteriores, Benedicto XVI nombró Doctores de la Iglesia a San Juan de Ávila y a Santa Hildegarda de Bingen.
San Juan Pablo II proclamó Doctora de la Iglesia a Santa Teresa de Lisieux. San Pablo VI nombró a Santa Teresa de Jesús y a Santa Catalina de Siena Doctoras de la Iglesia.
San Juan XXIII nombró a San Lorenzo de Brindisi Doctor de la Iglesia y Pío XII nombró Doctor de la Iglesia a San Antonio de Padua.
Breves datos biográficos
San Ireneo nació en el año 125 en Asia Menor, probablemente en Esmirna (actual Turquía).
Recibió una sólida formación académica y religiosa, tuvo amplios conocimientos en Sagradas Escrituras, literatura y filosofía, estuvo en estrecho contacto con discípulos de los Apóstoles, como San Policarpo.
Como Obispo de Lyon destacó por combatir las diferentes herejías de la época con fuertes argumentaciones que expuso en cinco libros donde desmontaba las diferentes sectas al ponerlas ante la correcta doctrina emanada de las enseñanzas de los Apóstoles y de las Sagradas Escrituras.
En concreto, consiguió desarmar la doctrina de los gnósticos, una corriente herética que suponía la principal amenaza para la fe y la Iglesia de la época.
Se desconoce el año de su muerte, según la tradición, San Ireneo fue martirizado. Los restos mortales de San Ireneo, como lo indica Gregorio de Tours, fueron sepultados en una cripta, bajo el altar de la que entonces se llamaba Iglesia de San Juan, pero más adelante se llamó de San Ireneo. Esta tumba o santuario fue destruida por los calvinistas en 1562 y, al parecer, desaparecieron los últimos vestigios de sus reliquias.
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