Debido a la emergencia sanitaria causada por el COVID-19, el Vaticano informó que por segundo año consecutivo el Papa Francisco y los superiores de la Curia Romana no realizarán juntos este año los tradicionales ejercicios espirituales en Cuaresma.
Sin embargo, el Santo Padre invitó a los Cardenales residentes en Roma, a los jefes de los dicasterios vaticanos y a los superiores de la Curia Romana a realizar este retiro anual de Cuaresma “personalmente, retirándose en oración, desde la tarde del domingo 6 al viernes 11 de marzo”, según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Por este motivo, el Pontífice realizará el retiro desde la Casa Santa Marta y cancelará todos los compromisos durante esa semana, incluida la Audiencia General del miércoles 9 de marzo.
Desde 2014, el Papa Francisco ha realizado junto a los superiores de la Curia Romana los ejercicios espirituales de Cuaresma fuera del Vaticano, trasladándose a la “Casa del Divino Maestro”, ubicada en la localidad de Ariccia a 45 km de Roma.
La "Casa Divino Maestro" es propiedad de la Congregación de la Sociedad de San Pablo. Es un sitio reservado y silencioso que permite dedicarse con mayor recogimiento a los ejercicios espirituales.
En 2020, el Santo Padre anunció a último momento que no asistiría a los ejercicios espirituales con la Curia Romana debido a un resfriado y realizó el retiro de Cuaresma solo en el Vaticano.
En 2021, el Papa Francisco regaló a los superiores de la Curia Romana un libro escrito por un monje del siglo XVII como ayuda para realizar personalmente unos días de retiro.
Se trató del libro “Abbi a cuore il Signore” (“Ten al Señor en el corazón”) que es un manuscrito del siglo XVII escrito por un monje cisterciense anónimo conocido como el “Maestro de San Bártolo”.
La edición en italiano fue editada por la editorial San Pablo y la introducción fue escrita por Mons. Daniele Libanori, quien es Obispo Auxiliar de Roma desde el 13 de enero de 2018.
El volumen fue enviado a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de dicasterios vaticanos y a los superiores de la Curia Romana junto a una breve carta del Papa en la que invitó a cada uno a realizar los ejercicios espirituales en donde les sea más conveniente.
“Este año no tendremos la gracia de poder contar con un predicador de ejercicios” porque “la actual situación impide la aglomeración de personas, por lo que no podremos ir juntos a la casa de ejercicios”, escribió en 2021 el Santo Padre.
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