En la Misa con motivo de los 108 años de fallecimiento de Santo Cura Brochero, el Obispo de Cruz del Eje, Mons. Ricardo Araya, destacó que el santo encarnó el Evangelio en los lugares más periféricos y olvidados.
La Misa se desarrolló el 26 de enero en el atrio del Santuario de Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero, en Villa Cura Brochero, lo que permitió se reunieran más de 3500 personas.
San José Gabriel del Rosario Brochero “se percibía en la vida como un soldado en medio del combate. Sabía discernir y seguir la bandera de Cristo y apartarse de la bandera del diablo”.
“Venció en el combate porque no se dejó seducir por los halagos y no se dejó atemorizar por las dificultades”, porque “sólo le interesaba la mayor gloria de Dios”.
Mientras recordaba las hazañas del santo, Mons. Araya destacó que “Brochero iba con su mula, golpeando puertas, dando el ejemplo. No buscaba que le devuelvan, no buscaba escalar en el poder, no buscaba dinero para él, no andaba persiguiendo fama. Buscaba el bien de su pueblo”.
“Iba encarnando el Evangelio en la cultura criolla serrana de una periferia de Córdoba, olvidada e incomunicada”, agregó.
El “cura gaucho”, dijo, “va con el Evangelio, lo lee, hace silencio, lo medita y habla del Evangelio. Se deja iluminar con el Evangelio e ilumina la vida de otros. Va con el Evangelio, simbolizado en el crucifijo que lleva en el pecho y que toma en mano y lo muestra en los momentos más desafiantes del camino”.
El Obispo de Cruz del Eje alentó a que, según el ejemplo del Santo Cura Brochero, la Iglesia esté “libre de los halagos y los miedos. Que no seamos Iglesia vanidosa, ni temerosa; que con la libertad de los hijos de Dios hagamos el camino de una vida más fraterna. Iglesia que no se deja seducir por los halagos, ni paralizar por las críticas, vengan de donde vengan”.
Que sea una “Iglesia libre de los aplausos y los ‘me gusta’, que rece y trabaje por una sociedad fraterna, recibiendo las diferencias con la alegría de ser hermanos, con el gusto espiritual de ser pueblo”, concluyó Mons. Araya.
La Misa fue concelebrada por el Obispo de San Francisco, Mons. Sergio Buenanueva; el Obispo Emérito del Alto Valle de Río Negro, Mons. Marcelo Cuenca Revuelta, y más de 50 sacerdotes de distintas diócesis del país.
Luego de la Misa se realizó un musical inspirado en Santo Cura Brochero.
Con la celebración del 108 aniversario de fallecimiento, culminó la Semana Brocheriana celebrada entre el 17 y 25 de enero en el pueblo donde el santo desarrolló su vida pastoral.
Las Misas, momentos de oración, Adoración Eucarística y otras actividades fueron alentadas por el lema “El gusto espiritual de ser Pueblo de Dios”.
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