15 obispos en total, 9 de Estados Unidos y 6 de México, dieron a conocer una declaración conjunta por Semana Santa en la que expresaron su preocupación por la situación de los migrantes en la frontera de ambos países.
En el texto publicado el 1 de abril, los prelados afirman que “como obispos de Estados Unidos y de México en la frontera, diariamente somos testigos del drama que enfrentan nuestras hermanas y hermanos migrantes”.
“Para la mayoría de ellos, la decisión de migrar no está motivada por la indiferencia hacia su patria o la búsqueda de prosperidad económica; es una cuestión de vida o muerte. La situación es aún más difícil para los niños”, prosiguen.
“Desafíos como estos requieren soluciones humanitarias. Sin duda, las naciones tienen derecho a mantener sus fronteras. Esto es vital para su soberanía y su autodeterminación”.
El martes 30 de marzo las autoridades estadounidenses publicaron un video en el que se muestra a presuntos traficantes arrojando a dos niñas desde el muro de 4.2 metros en la frontera, en el estado de Nuevo México.
Según informa BBC, las hermanas de 2 y 5 años provenientes de Ecuador fueron trasladadas al hospital por la patrulla fronteriza y ahora están bajo el cuidado de las autoridades de Estados Unidos.
En los últimos meses la cantidad de migrantes se ha multiplicado. El número de personas que intentaron cruzar la frontera aumentó en más del 100% entre enero y febrero de este 2021.
Mientras tanto, la cantidad de niños solos que trataron de ingresar a Estados Unidos creció más de 61%, unos 9.400 menores.
BBC también indica que los retenidos en la frontera en marzo han sido unos 130 mil. En febrero fueron 100 mil.
En su declaración, los obispos renovaron su llamado “a nuestros gobiernos, a los líderes políticos y a la sociedad civil para que trabajen juntos a fin de acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes de acuerdo con su dignidad intrínseca, y a trabajar con otros países para eliminar las causas que obligan a una migración peligrosa e irregular, procurando soluciones a largo plazo”.
Tras resaltar la importancia de la unidad familiar, los obispos de ambos países pidieron atender de modo especial a los niños y que se reformen las leyes “para promover una cultura acogedora para los migrantes, respetando al mismo tiempo la soberanía y la seguridad en nuestros países”.
Luego de expresar su apoyo a los gobiernos a través de las organizaciones católicas en la frontera, los obispos recordaron las palabras del Papa Francisco en la víspera del Domingo de Pascua de 2020:
“Qué hermoso es ser cristianos que consuelan, que llevan las cargas de los demás, que animan, que son mensajeros de vida en tiempos de muerte”.
Los obispos indicaron finalmente que “al entrar nuevamente en la Semana Santa, en la que experimentamos la fuerza del amor en la Muerte y la Resurrección de Cristo, nos sentimos animados a seguir adelante, ayudando a los migrantes a cargar su cruz, conscientes de que, aunque el camino sea largo y arduo, no es imposible si viajamos juntos”.
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