“La campaña quedó atrás. ¡Es la hora del Ecuador!”, afirmaron los obispos del país sudamericano en un llamado a las autoridades electas, luego que en la segunda vuelta resultara elegido como nuevo presidente Guillermo Lasso, de 65 años y del movimiento Creando Oportunidades (CREO).
“Queremos dirigimos a quienes han sido electos para recordarles su compromiso de dar lo mejor de sí, de tal modo, que las aspiraciones de nuestro pueblo sean satisfechas, tal como lo prometieron durante la campaña electoral”, destacaron.
Según los resultados oficiales del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales realizadas ayer, Lasso obtuvo el 52.46% de los votos, mientras que Andrés Arauz, de 36 años y de la alianza de izquierda Unión por la Esperanza, vinculada al expresidente Rafael Correa, recibió el 47.54%.
Arauz ya ha reconocido públicamente la victoria de Lasso en una llamada para felicitarlo, cuando solo falta contabilizar alrededor del 3% de las actas.
En su pronunciamiento del 11 de abril, los obispos resaltaron también que “los pobres no son objetos ni medios para conquistar el poder y perpetuarse en él, sino sujetos de su propia historia”
“Necesitamos promover una cultura de la escucha, de tal manera que nadie se arrogue el derecho de pensar y decidir por el otro. Nuestro llamado a asumir el poder como un servicio a la comunidad, especialmente a los más vulnerables, y no como un instrumento de dominación, de prestigio social o de privilegios personales, familiares y partidistas”, afirmaron los obispos ecuatorianos.
Los prelados ecuatorianos también pidieron a las autoridades que se reconozca y se respete “los derechos humanos fundamentales, comenzando por el derecho a la vida en todas sus expresiones, a la libertad individual, social, política y religiosa, el derecho a la educación integral, el derecho a un trabajo digno y adecuado, el derecho a la salud, el derecho de la mujer a que su aporte a la sociedad sea reconocido y promovido, así como también el derecho de la naturaleza a ser preservada y defendida”.
Los obispos también pidieron esperar y aceptar “los resultados oficiales con dignidad y patriotismo”.
Tras alentar a “superar los fanatismos ideológicos y las posiciones extremistas; a gobernar con sabiduría, a legislar con justicia y a fiscalizar con transparencia”, los obispos animaron a recurrir al diálogo que “en el sistema democrático, es imprescindible para garantizar la credibilidad de las autoridades y la confianza de los ciudadanos”.
Los prelados exhortaron a estar cercanos al pueblo, ya que “sin la cercanía, se corre el riesgo de reproducir e imponer modelos sociales, políticos, económicos y culturales que nacieron en otros contextos históricos o en sociedades diferentes de la nuestra”.
“Que el Señor resucitado nos conceda la sabiduría y la fuerza para juntos construir un Ecuador inspirado y sostenido en los grandes valores de la unidad, de la fraternidad, de la reconciliación, de la paz, de la justicia, de la equidad y de la solidaridad”, concluyeron.
Puede leer el pronunciamiento completo de los obispos AQUÍ.
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