La Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Española convocó para el sábado 21 de noviembre un “recuerdo orante y agradecido” por los consagrados que han fallecido víctimas de la pandemia de COVID-19.
Se ha elegido esta fecha porque se celebra la presentación de la Bienaventurada Virgen María, modelo de consagración y seguimiento para las personas consagradas.
Mons. Luis Ángel de las Heras, Obispo electo de León (España) y administrador diocesano de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, además de presidente de la Comisión episcopal de Vida Consagrada, recordó que quienes han sido llamados a la casa del Padre a causa del contagio del coronavirus tienen un rostro único y un nombre propio delante de Dios, “y así los recordamos y honramos en nuestra oración”.
Para esta jornada de recuerdo por los fallecidos se ha publicado esta oración:
María, Madre y Hermana Nuestra
Tú resplandeces siempre en nuestro camino
Como signo de salvación y de esperanza.
Nosotros nos confiamos a ti,
Salud de los enfermos,
Que junto a la cruz te asociaste al dolor de Jesús,
Manteniendo firme tu fe.
En tus manos ponemos a todos nuestros hermanos y hermanas
De la Vida Consagrada que han fallecido
durante esta pandemia
(Breve silencio)
Tú, Madre de todo consuelo,
Sabes lo que necesitamos y estamos seguros de que proveerás,
Para que, como en Caná de Galilea,
Pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.
Ayúdanos, Madre del Divino Amor,
A conformarnos a la voluntad de Padre hacer lo que nos diga Jesús,
Que ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos
Y se ha cargado con nuestros dolores para llevarnos, a través de la cruz,
a la alegría de la resurrección.
TODOS:
Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios,
No deseches las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades,
Antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita! ¡Amén!
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