El Centro Católico Multimedial (CCM) anunció el próximo estreno de su documental “Tragedia y Crisol del Sacerdocio en México”, que recoge el drama de los numerosos asesinatos de presbíteros en el país.
En diálogo con ACI Prensa, el P. Omar Sotelo, director del CCM, explicó que “nuestro objetivo es seguir aportando una luz, seguir denunciando que este fenómeno no es algo pequeño, es algo que ha ido creciendo”.
El documental retoma el trabajo del libro homónimo presentado por el CCM a inicios de este año y que fuera entregado al Papa Francisco por Marcela Szymanski, representante de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ante la Unión Europea.
El P. Sotelo dijo que el fenómeno de los asesinatos de sacerdotes, que suman 26 solo en el último sexenio, “es algo que se ha mantenido callado, algo de lo que poco se sabe o poco se entiende, poco se comprende, e incluso hasta se ha minimizado en algunos sectores”.
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“Nos hemos dado cuenta que a través de los años el número de víctimas en sacerdotes ha aumentado de una manera considerable”, señaló, y advirtió que “esto es un indicativo muy claro de que algo está pasando y de que lo hemos dejado pasar”.
“Y aunque se ha minimizado el asunto, la situación está latente”.
El sacerdote mexicano precisó que si bien no se puede equiparar este fenómeno al de la persecución religiosa que se vivió en México al inicio del siglo XX, “sí hay indicios muy claros, y creo que mucho más peligrosos, porque hay un hostigamiento más directo, más franco contra los sacerdotes”.
“Inclusive, en el gran porcentaje de los asesinatos que nosotros hemos analizado, hay hasta un modus operandi: hay extorsión, secuestro, tortura”.
“Y un elemento que es muy reiterativo es la difamación o la criminalización de los sacerdotes que han sido asesinados. O sea no se basta con el asesinato físico sino que también se procede a un asesinato moral”, denunció.
Al matar a un sacerdote, los criminales envían un mensaje claro, indicó el P. Sotelo: “Si soy capaz de asesinar a un sacerdote, soy capaz de asesinar a quien sea”.
Además, señaló, “en la comunidad el sacerdote es un estabilizador social. Así pues, en las comunidades, cuando el sacerdote al frente de la parroquia, hay una comunidad viva, en la que se prestan servicios de diferentes índoles, a nivel espiritual, sanitario, educativo, de acompañamiento, de ayuda a los derechos humanos”.
“Esto lo entiende perfectamente el crimen organizado, saben que es una autoridad de alguna u otra manera, y que ellos, cuando atentan contra esta estabilidad, cuando desacralizan esta comunidad, no matan solo a una persona, matan a un sacerdote, matan a la institución, destruyen a una autoridad, desestabilizan la comunidad”, indicó.
Una vez logrado este cometido, explicó el P. Sotelo, “se puede enquistar en esa comunidad desestabilizada una cultura del terror, una cultura de la muerte, una cultura de la corrupción, como se ha dado en diferentes partes del país”.
El P. Sotelo señaló que el trabajo que realiza el CCM de reportar los incidentes de violencia contra sacerdotes les produce sentimientos encontrados.
Por una parte, dijo, su labor ha sido reconocida a nivel internacional, pero al mismo tiempo “hay un dolor muy grande, porque es gente que conocemos, sacerdotes, amigos, que lamentablemente mueren y el número sigue aumentando”.
“Esta lista no tendría que existir y este documental, este estudio no tendría que existir. Y sin embargo, año con año se ha incrementado el número de sacerdotes asesinados”.
Añadió que tanto con el libro como con el documental, el CCM busca también “denunciar la ineficacia de las autoridades, la falta de profesionalismo y la minimización del fenómeno. El 80% de los casos que hemos registrado han quedado impunes, han quedado sepultados en una burocracia tremenda”.
“En el caso más icónico, el del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, a 25 años de su asesinato no hay un solo detenido”, criticó.
“Y así ha pasado con los diferentes casos”.
El documental será emitido por primera vez gracias SIPCA TV en Argentina entre mediados y fines de diciembre de este año. Después se espera que sea difundido a través de cerca de 500 canales católicos de América Latina.
En México, el CCM está coordinando la posibilidad de diferentes lugares para su proyección.
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