“Los padres nos dimos cuenta que nos introdujeron la ideología de género y la promoción del aborto en la educación como Caballo de Troya y después quisieron hacerlo por ley”, denuncia el periodista argentino Mariano Obarrio.
A través de un video en colaboración con el periodista Bernardo Magnago, se alerta sobre algunas estrategias del gobierno para introducir legalmente la ideología de género en la educación de Argentina, en forma obligatoria en todas las provincias y eliminando “el derecho a los padres de negarse a la corrupción de sus hijos”.
Desde octubre de 2006, el país cuenta con la Ley de Educación Sexual Integral (ESI) que “no incluye en ningún artículo la ideología de género”, describe Magnago.
Sin embargo, luego del rechazo a la legalización del aborto por parte del Senado de Argentina, las discusiones y presiones para implementar una educación sexual en las escuelas fueron en aumento con el pretexto de evitar los embarazos no deseados, abortos clandestinos, las enfermedades de transmisión sexual, la violencia y abusos contra la mujer.
Los padres están de acuerdo con la ESI “centrada en la persona y el orden natural”, dice Obarrio, pero se oponen a la ideología de género que hace que una profesora toque los genitales de un niño de cuatro años con el supuesto fin de enseñarle sexualidad, denuncia una mamá.
Otro ejemplo, son las “preguntas incómodas” que le hacen a una adolescente respecto a su sexualidad o bien la creación de 20 consultorios en Buenos Aires, en octubre de 2017, para la realización de tratamientos de hormonización en población transgénero, uno de ellos especializado en niños y niñas.
Asimismo, el video alerta sobre la publicidad colocada en Buenos Aires que induce a los adolescentes “desde los 13 años” a realizar consultas a especialistas sobre la “salud sexual sin necesidad de ir acompañadx (sic)”, describe el anuncio.
“¿Un intento de separarlos de los padres? ¿Un ataque a la responsabilidad parental?”, cuestiona el video.
Obarrio explica que la ley ESI “está vigente y es apta para que los niños adquieran una percepción integral de la sexualidad considerando la persona como un todo y no solamente desde lo genital”.
Sin embargo, el ministerio de Educación ha incluido la ideología de género “en un conjunto de normativas, guías didácticas y programas formulados desde 2008”, “sin ninguna ley que los respalde”, relata Magnago.
“Hay que aclarar que una cosa es enseñar a los niños a respetar y no discriminar a las personas por su orientación sexual y con eso también estamos de acuerdo”, explica Obarrio.
“Otra distinta es inducirlos a experimentar roles sexuales y de género pretendiendo una supuesta libertad de elegir la orientación sexual”, agrega Magnago.
A modo de ejemplo el video muestra imágenes donde los niños son utilizados para eventos Drag para enfatizar en que “la inocencia de los niños y su psicología no puede quedar a merced de este tipo de adoctrinamiento, manipulación y perversión. La ideología de género confunde y destruye la identidad personal de los niños con falsas opciones”, asegura Magnago.
“Además, la ideología de género tiende a neutralizar y unificar los sexos en los juegos de los niños para no distinguir varones y mujeres a los que denomina despectivamente estereotipos de género, estimula la promiscuidad, la iniciación sexual temprana, la masturbación y el aborto como alternativa al embarazo no deseado”, denuncia Magnago.
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