El Papa Francisco dedicó unas palabras durante la Audiencia General de este miércoles 28 de noviembre para recordar a la familia polaca Ulma, fusilada por los nazis durante la II Guerra Mundial por ayudar a judíos polacos que iban a ser trasladados a campos de concentración.
Al finalizar su catequesis, durante los saludos a los fieles de lengua polaca, el Santo Padre recordó este trágico episodio con motivo de la exposición que la Pontificia Universidad Urbaniana está dedicando a esta familia.
“En el contexto de las meditaciones sobre el Decálogo, que esta numerosa familia de Siervos de Dios, que está en proceso de beatificación, sea para todos nosotros un ejemplo de fidelidad a Dios y a sus mandamientos de amor al prójimo y de respeto a la dignidad humana”, dijo el Papa.
La familia Ulma, formada por seis niños (uno de ellos en el vientre materno) y sus padres fueron fusilados el 24 de marzo de 1944 en el pueblo polaco de Markowa durante la ocupación nazi. Los soldados alemanes fusilaron a la familia completa por haber ayudado y escondido a judíos polacos para evitar que fueran trasladados a los campos de concentración.
La Iglesia católica dio comienzo a su proceso de beatificación en 2003, y, además, el comité judío declaró a los Ulma “Justos entre las naciones”, un reconocimiento que se hace a aquellas personas que ayudaron a los judíos durante el genocidio causado por los nazis.
La exposición de l Pontificia Universidad Urbaniana se inauguró el martes 27 de noviembre con la colaboración de la Archidiócesis de Przemysl y la Fundación Familia Ulma “Soar”.
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