En sintonía con la Jornada Mundial de los Pobres, la Arquidiócesis de Santiago de Chile organizó importantes gestos solidarios hacia los más necesitados involucrando tanto a sus trabajadores como a los voluntarios parroquiales.
Uno de esos encuentros fue el desayuno organizado por la Vicaría de la Pastoral Social Cáritas el 29 de noviembre para unas 300 personas en situación de calle y que acuden a diario a unos 51 comedores en la capital.
Los participantes fueron trasladados en bus hasta el Centro de Acción Social de la Divina Providencia, Obra Don Orione; y fueron recibidos por unos 60 voluntarios de la Pastoral Social.
Las personas disfrutaron de alegres cantos y bailes, mientras otros voluntarios preparaban el almuerzo guiados por el reconocido chef chileno, Rodrigo Barañao.
También el Vicario de la Pastoral Social Caritas, P. Jorge Muñoz, participante de la actividad destacó que “hoy es un día de fiesta y quisimos romper la rutina de ellos, traerlos a un lugar distinto, un lugar abierto, acogedor y bonito, para que justamente salgan de las calles que ellos habitualmente recorren”.
“Aquí se encontraron con gente de otros lugares, conocieron otros nombres, otras realidades y justamente de eso se trata, que nos hagamos cargos todos, uno de otros”, agregó.
Ese mismo día los trabajadores de la Delegación para la Pastoral Familiar compartieron con unas 250 personas en situación de calle en el comedor Fray Andresito ubicado en la Iglesia de la Recoleta Franciscana.
Como es tradicional, las personas llegaron al mediodía al comedor que se inició en los años setenta como legado de Fray Andresito, el limosnero franciscano.
Cada “comensal” recibió un kit con productos de limpieza personal, compartieron con los trabajadores de la pastoral y luego se sirvieron el almuerzo elaborado por los voluntarios de la iglesia.
También, el martes 27 llegaron unas 80 personas hasta el comedor de la parroquia María Magdalena de Puente Alto, Vicaría Zona Maipo, para disfrutar un almuerzo preparado por las voluntarias de la comunidad.
El P. Jorge Ruiz, párroco del lugar, explicó que el comedor funciona dos veces a la semana y recibe a personas en situación de la calle, drogadicción y adultos mayores.
“Ha sido una experiencia muy bonita porque hemos visto también a la gente recuperarse con el amor y cariño de las señoras que atienden acá. Hay muchos colegios de la zona que vienen a prestarnos ayuda en el comedor que ha ido creciendo con los años ya que estamos en el centro de Puente Alto y por aquí vive mucha gente en situación de calle que se van pasando el dato y se acercan a la parroquia”, sostuvo.
Los comedores parroquiales de la Arquidiócesis de Santiago atienden a unas tres mil personas en situación de calle y adultos mayores.
Cáritas Santiago alienta y coordina unos 49 comedores y otros autogestionan los recursos. Todos funcionan con laicos voluntarios y donantes particulares.
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