El Papa no deja nunca de rezar por la unidad de los cristianos
El Santo Padre recibe a la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla que se encuentra en Roma por la festividad de San Pedro y San Pablo
Ciudad del Vaticano, 27 de junio de 2015 (ZENIT.org) Rocío Lancho García | 0 hits
El Papa desea que se multipliquen las ocasiones de encuentro, de intercambio y de colaboración entre fieles católicos y ortodoxos, de forma que, profundizando el conocimiento y la estima recíproca, se consiga superar todo prejuicio e incomprensión, legado de una larga separación, y afrontar, en la verdad pero con espíritu fraterno, las dificultades que existen. Así lo ha asegurado en una audiencia con la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que se encuentran en Roma como es tradición, para la Solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo.
Tal y como ha señalado el Papa a los presentes, su presencia en las celebraciones de esta fiesta “testimonia una vez más la profunda relación que une las Iglesias hermanas de Roma y de Constantinopla” prefigurada por el vínculo que une a los respectivos santos patronos de las Iglesias, los apóstoles Pedro y Andrés, “hermanos de sangre y en la fe”.
A propósito, Francisco ha recordado la “calurosa acogida” que sitió cuando visitó al Fanar --sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla-- en la fiesta de San Andrés, el pasado mes de noviembre cuando viajó a Estambul. Igualmente, ha precisado que “el abrazo de paz intercambiado con Su Santidad (Bartolomé I) fue signo elocuente de esa caridad fraterna que nos anima en el camino de reconciliación y que nos permitirá un día participar juntos en la Mesa eucarística”.
Por otro lado, el Pontífice ha señalado que alcanzar esa meta, “hacia la cual estamos encaminados con confianza”, representa una de sus principales preocupaciones, por la cual no deja nunca de rezar a Dios.
Asimismo, ha querido confirmar su apoyo al “precioso trabajo de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa”. Al respecto ha advertido que los problemas que se encuentren en el camino del diálogo teológico no deben llevar al desaliento o la resignación. El atento examen de cómo se articulan en la vida de la Iglesia el principio de la sinodalidad y el servicio del que preside “ofrecerá una contribución significativa al progreso de las relaciones entre nuestras Iglesias”, ha subrayado el Santo Padre.
Al finalizar, ha agradecido al metropolitano John Zizioulas que participó como relator en la presentación de la encíclica Laudato si’ la semana pasada.
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