El Papa Francisco afirmó este viernes 4, en un encuentro con una fundación que atiende a personas marginadas, que “la misericordia de Dios es más grande” que los límites, errores y pecados que puede tener cada ser humano.
El Pontífice participó en el Vaticano este 4 de febrero en un conmovedor encuentro con un grupo de personas de la fundación “Casa del Espíritu y de las Artes” que impulsa proyectos a favor de las personas marginadas, entre ellas, en el mundo de la prisión, los migrantes y los jóvenes artistas.
“Gracias por ser una semilla de esperanza. Ustedes dan señales que se oponen a la cultura del descarte, que por desgracia está muy extendida. Por el contrario, están tratando de ‘construir, con las piedras descartadas’, una casa donde se respire un clima de amistad y fraternidad social”, dijo el Santo Padre.
En concreto, el Pontífice saludó y agradeció en particular a los refugiados que realizan trabajos de sastrería; a las personas con discapacidad que ayudan a preparar las hostias y construir violines; a las madres con sus hijos; a los músicos de una orquesta multiétnica y a un grupo de detenidos acompañados por el personal de la prisión.
“Los felicito por su trabajo. Son actividades artesanales y también tienen un valor simbólico cristiano: la preparación de las hostias para la celebración eucarística; la construcción de instrumentos musicales con maderas rescatadas de las barcas de los emigrantes; la carpintería, como San José y Jesús; la producción de vino, que es el símbolo de la fiesta, ¡recordemos las bodas de Caná!”, señaló el Papa.
Sin embargo, el Santo Padre reconoció que “no todo es fácil” porque “cada uno de nosotros tiene sus límites, sus errores y sus pecados. Todos nosotros”, pero recordó que “la misericordia de Dios es más grande, y si nos acogemos como hermanos y hermanas, Él nos perdona y nos ayuda a seguir adelante”.
“Gracias de nuevo y los animo a seguir su camino. Que la Virgen y San José los acompañen. Que siempre tengan entre ustedes y sus talleres el espíritu de la casa de Nazaret. Los bendigo con afecto. Y ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias”, concluyó el Papa.
En enero de 2018, el Santo Padre bendijo las actividades de esta fundación que definió como “un único proyecto de misericordia”.
Según describe su web oficial, entre los proyectos que esta fundación promueve se encuentran talleres de producción de hostias en varios países del mundo, comedores para familias pobres, la construcción de instrumentos musicales con restos de barcas y una red de pequeñas orquestas.
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