El Obispo John Sherrington, responsable del área de asuntos provida de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, agradeció a los católicos por escribir a los legisladores y rezar para que se derrote el proyecto de ley de suicidio asistido.
“Me gustaría agradecer a todos aquellos que han orado para que este proyecto de ley sea derrotado y que han escrito cartas a los miembros de la Cámara de los Lores compartiendo sus experiencias y oposición al proyecto de ley”, dijo Mons. Sherrington el 22 de octubre, en un comunicado emitido después de la segunda lectura en la Cámara de los Lores.
El Prelado informó que el proyecto de ley “ha pasado ahora a la etapa de comité, sin votación, al igual que la Convención de la Cámara”.
“Dado que no cuenta con el apoyo del Gobierno, es probable que se acabe el tiempo y no se convierta en ley. Continuaremos examinando y cuestionando esta legislación en los próximos meses”, aseguró Mons. Sherrington.
El proyecto de ley de suicidio asistido tuvo su segunda lectura en la Cámara de los Lores del Parlamento del Reino Unido el viernes 22 de octubre. Más de 60 miembros del Parlamento hablaron en contra del proyecto en un debate que duró siete horas.
“El debate sobre el proyecto de ley de la baronesa Meacher en la Cámara de los Lores ayer fue apasionado con más de 60 oradores que se opusieron firmemente al proyecto de ley por motivos de seguridad, protección de los vulnerables y personas con discapacidades, además de destacar los usos indebidos del lenguaje de la compasión cuando se pretende la muerte”, comentó el obispo inglés.
Mons. Sherrington recordó que “la Iglesia Católica tiene claro que nunca podemos ayudar a quitarle la vida a otro, incluso si lo solicita”.
“Toda vida es sagrada desde la concepción hasta la muerte natural, y reiteramos nuestro llamado a invertir en cuidados paliativos de alta calidad. Nuestro llamado es de ayuda para vivir y no de ayuda para suicidarse”, concluyó.
El cuestionado proyecto de ley de suicidio asistido fue presentado por primera vez a los Lores en mayo. Su objetivo es que los adultos con enfermedades terminales puedan pedir asistencia específica para poner fin a su vida.
La semana pasada un grupo de líderes católicos, anglicanos y judíos pidieron conjuntamente a los lores del Parlamento del Reino Unido que rechacen el controvertido proyecto de ley.
El texto fue firmado por el Cardenal Vincent Nichols, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales; Justin Welby, arzobispo de Canterbury, y Ephraim Mirvis, rabino jefe de las Congregaciones Hebreas Unidas del Commonwealth.
Además, unos 1.700 médicos británicos afirmaron en un comunicado que no aplicarán esa legislación en caso de aprobarse.
Sobre el proyecto de ley de suicido asistido
Este proyecto de ley es el último de una larga lista de intentos de legalizar el suicidio asistido en el Reino Unido.
La legislación propuesta autorizaría a las personas en Inglaterra y Gales que hayan firmado una declaración que exprese “un deseo voluntario, claro, establecido e informado”, avalado por dos médicos registrados “debidamente calificados”, a solicitar el consentimiento para el suicidio asistido de la División de Familia del Tribunal Superior de Londres.
El proyecto de ley enfrenta la oposición de los profesionales médicos y de líderes católicos como el Obispo de Shrewsbury, Mons. Mark Davies; el Obispo de Nottingham, Mons. Patrick McKinney; y el Obispo Auxiliar de Westminster, Mons. John Sherrington.
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