Ante la crisis política en el Perú, el Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren, manifestó su enérgico rechazo a la violencia y alentó a rezar el Rosario por la paz, el bienestar y la unidad del país.
“El Perú vive momentos muy difíciles, posiblemente los más dramáticos en nuestros casi 200 años de vida republicana”, aseguró el Prelado en una carta del 12 de noviembre.
Por ello alentó a rezar “para pedirle al Señor Jesús que le conceda a nuestra Patria los dones de la unidad y la paz, dones que solo alcanzaremos si nos mantenemos unidos a Él y entre nosotros, siendo artesanos de comunión y factores vivos de ética social. De esta manera podremos superar la profunda crisis sanitaria, moral, política y económica que nos aflige”.
“Todos estamos llamados a ser artesanos de unidad y paz en nuestra Patria, evitando toda forma de violencia. ¡La violencia nunca es un mecanismo de cambio dentro de un sistema democrático! Asimismo les pido a los sacerdotes que el próximo domingo exhorten a nuestros fieles, a que de manera especial recemos toda la próxima semana intensamente por el Perú”.
El Arzobispo hizo este pedido ante las protestas de los últimos días en el Perú luego que el Congreso aprobó, por 105 votos a favor, 19 en contra y 4 abstenciones la destitución del ahora expresidente Martín Vizcarra.
La moción de vacancia fue impulsada por las acusaciones de corrupción contra Vizcarra cuando era gobernador regional de Moquegua entre 2011 y 2014. El nuevo presidente del Perú es Manuel Merino, que hasta el 10 de noviembre fue presidente del Congreso.
Merino eligió como presidente del Consejo de Ministros a Ántero Flores Aráoz, que ya cuenta con un nuevo gabinete.
En su primer discurso al país, Merino dijo que respetará el cronograma que establece los comicios presidenciales para abril del próximo año, algo que solicitaron los obispos del Perú en un comunicado el 11 de noviembre.
Las protestas
La decisión del Congreso de destituir a Vizcarra ha sido considerada por algunos especialistas y medios de comunicación como un “golpe” y ha suscitado protestas en Lima, Arequipa, Cusco, Ayacucho, Huaraz y otras ciudades.
El 12 de noviembre miles de personas, especialmente jóvenes, salieron a marchar, en algunos casos hasta altas horas de la noche a pesar del toque de queda por la pandemia del coronavirus.
En varios lugares las marchas se volvieron violentas, con algunos destrozos en el centro histórico de Lima. Los manifestantes también denunciaron excesos por parte de la policía.
En declaraciones a RPP, el Cardenal Pedro Barreto dijo estar “impactado” por las personas que han salido a protestar, algo que muestra “la indignación de la sociedad”. “Aunque algunos puedan decir que ha sido legal, no se considera legítimo, porque la sociedad tiene también una palabra que decir”, aseguró.
El Arzobispo de Huancayo pidió al Tribunal Constitucional que responda “a esta gran inquietud que muchos tenemos respecto de la inconstitucionalidad de esta decisión del Congreso”.
El Cardenal se refirió al proceso iniciado en el Tribunal Constitucional cuando el Congreso presentó un primer pedido de vacancia de Vizcarra. Varios especialistas han explicado que este fallo no sería retroactivo.
El Arzobispo de Lima, Mons. Carlos Castillo, también criticó al Congreso por aprobar la vacancia del presidente Vizcarra. “Llamo a que rectifiquen la medida que han tomado. Qué cosa van a poder hacer si ni siquiera pueden manejar la representación nacional. Estamos necesitados de gente que tenga cordura, sabiduría, y vea estratégicamente las necesidades del conjunto del país”, dijo el Prelado.
La vacancia es legítima
Sin embargo, el abogado constitucionalista Natale Amprimo Pla, negó que la vacancia presidencial aprobada por el Congreso de Perú contra Martín Vizcarra sea ilegítima o inconstitucional, como también afirmaron los profesores de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
“La figura de la vacancia es absolutamente legítima y a mí lo que me sorprende es que aquellos que aplaudieron el cierre del Congreso en base a la decisión de una sola persona, que fue el señor Vizcarra, porque inclusive el gabinete renunció, y en base a una interpretación laxa de la Constitución, ahora cuestionan la decisión de 105 parlamentarios sobre la base de una aplicación de un artículo expreso de la Constitución y conforme a lo que dispone el reglamento del Congreso”, aseguró el abogado en declaraciones a ACI Prensa.
En su comunicado del 12 de noviembre, Mons. Eguren alentó a rezar el Rosario diariamente por el Perú. “Podemos rezarlo, ya sea de modo personal, comunitario o en familia. ¡La unidad, el bienestar y la paz del Perú bien valen un Rosario!”.
Asimismo ofreció una “Oración por el Perú” para que se rece este domingo en las parroquias de su Arquidiócesis, que también puede ser rezada por otros fieles.
Esta es la Oración por el Perú:
¡Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos y por eso a ti acudimos!
Nos sentimos agobiados por la crisis que nos aflige.
Necesitamos de tu consuelo y fortaleza.
Cercano el Bicentenario de nuestra Independencia queremos ser una Nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.
Queremos ser una Nación que viva sin violencia, siempre anticristiana. Queremos ser una Nación donde reinen la fraternidad, la justicia, la paz, la honestidad y la solidaridad.
Señor Jesús: Danos la valentía para amar sin excluir a nadie, privilegiando a los pobres, a los vulnerables y a los enfermos, perdonando a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz. Vivifica nuestras buenas intenciones, ayúdanos a dar más de nosotros por el Perú. ¡Haz crecer en nuestras vidas la virtud de la esperanza!
Señor Jesús: Bendice a nuestros enfermos, a las personas que se dedican a ellos con amor y coraje, a las familias con niños, jóvenes y ancianos, a la Iglesia y a todo el Perú.
Y a ti María, Madre de Dios y nuestra, llenos de confianza filial te decimos:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡Oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Amén.
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