Se hallaba Columba a mitad de camino, cuando alzó los ojos al cielo. De pronto, quedó paralizado, como en un profundo éxtasis. Sus acompañantes le preguntaron qué miraba, y Columba respondió, para sorpresa de todos, que veía la batalla que se libraba en las alturas entre los buenos y los malos espíritus. Después, agregó que había visto también cómo los ángeles llevaban triunfalmente el alma de San Odrano al cielo.
Curiosamente, la aerolínea de bandera de Irlanda, Aer Lingus, bautizó a uno de sus aviones pasajeros, un Boeing 757, como “St Otteran-Odhrán”. ‘Otteranus’ es ‘Odrano’ en latín, probablemente en alusión a la leyenda del santo volando por los aires acompañado de los ángeles.
Publicar un comentario