El Santo Padre fue entrevistado en directo desde Santa Marta este domingo 6 de febrero en el programa italiano “Che tempo che fa”, en el que abordó algunos temas como el sufrimiento humano, el peligro del clericalismo dentro de la Iglesia, la oración, los migrantes o la guerra, a la que definió como un “sinsentido” que va en contra de la creación.
La cultura de la indiferencia
El presentador del programa italiano comenzó la entrevista preguntando al Santo Padre cómo es capaz de “aguantar tanto peso”. El Papa Francisco explicó que “no está solo” y aseguró que lo hace “igual que el resto de la gente”.
A continuación, el periodista recordó al Papa la reciente noticia de los doce migrantes congelados en la frontera entre Grecia y Turquía. El Santo Padre hizo alusión a la llamada “cultura de la indiferencia” y lamentó que hoy en día existe un “problema de categorización”, donde se colocan las guerras en primer lugar y en segundo lugar a las personas.
El Santo Padre explicó que hoy existen distintas guerras: “La guerra ideológica, la guerra de poderes y la guerra comercial”.
Respecto a la situación entre Ucrania y Rusia, el Papa Francisco dijo que la guerra es un “sinsentido” que va en contra de la creación, ya que un conflicto bélico siempre es sinónimo “de destrucción”.
“Tocar las miserias”
Continuando con el tema de la migración, el Pontífice señaló que “cada país debe decir cuántos inmigrantes es capaz de acoger”.
“El inmigrante debe ser siempre acogido, acompañado, promovido e integrado. Acogido porque hay dificultades, luego el acompañamiento, promoción e integración en la sociedad. Es importante integrarlos para evitar la creación de guetos y los extremismos nacidos de las ideologías”, defendió.
El Papa Francisco explicó que hoy en día nos hace falta “tocar las miserias” y no mirar hacia otro lado frente al sufrimiento del prójimo. “Echamos de menos tocar las miserias y tocar nos lleva al heroísmo. Pienso en los médicos, enfermeros y enfermeras que dieron su vida en esta pandemia: tocaron el mal y eligieron quedarse allí con los enfermos”.
El perdón como derecho humano
El presentador del programa de Rai3 preguntó al Papa Francisco si “hay alguien que no se merezca el perdón y la misericordia de Dios o el perdón de los hombres”, a lo que el Pontífice contestó que “la capacidad de ser perdonados es un derecho humano”.
El Papa explicó que “Dios nos hizo libres, somos dueños de nuestras decisiones y también de tomar decisiones equivocadas. Esto es algo que quizá escandalice a algunos: la capacidad de ser perdonado es un derecho humano”.
“Todos tenemos derecho a ser perdonados si pedimos perdón. Es un derecho que proviene de la propia naturaleza de Dios y que ha sido dado como herencia a los hombres. Hemos olvidado que quien pide perdón tiene derecho a ser perdonado”, sentenció.
El sufrimiento de los niños
El periodista italiano también preguntó al Santo Padre acerca del sufrimiento de los niños y la razón por la que Dios permite que sufran los más inocentes.
El Papa Francisco respondió conmovido que “tantos males vienen precisamente porque el hombre ha perdido la capacidad de seguir las reglas, ha cambiado la naturaleza, ha cambiado tantas cosas, y también por su propia fragilidad humana. Y Dios permite que esto continúe”.
“No encuentro ninguna explicación para esto. Tengo fe, intento amar a Dios, que es mi Padre, pero me pregunto: ¿pero por qué sufren los niños? Y no hay respuesta. Él es fuerte, sí, omnipotente en el amor. En cambio, el odio, la destrucción, están en manos de otro que ha sembrado el mal en el mundo por envidia”, dijo el Papa.
El peligro del clericalismo
Preguntado por el futuro de la Iglesia, el Santo Padre citó la exhortación apostólica Evangelii nuntiandi, que inspiró Evangelii gaudium: "Una Iglesia que peregrina".
A continuación, el Papa Francisco advirtió que “el mayor mal de la Iglesia” es la “mundanidad espiritual”, que puede llevar al clericalismo, lo que el Santo Padre definió como “una perversión de la Iglesia”.
"El clericalismo que hay en la rigidez, y debajo de todo tipo de rigidez hay podredumbre, siempre", advirtió.
¿Qué es rezar?
Cuando el periodista le preguntó acerca de la importancia de la oración, el Papa Francisco explicó que rezar “es lo que hace el niño cuando se siente limitado, impotente. Rezar significa mirar nuestros límites, nuestras necesidades, nuestros pecados. Rezar es entrar con fuerza, más allá de los límites, más allá del horizonte, y para nosotros los cristianos rezar es encontrarnos con 'papá'”.
A continuación, el Papa explicó que es lo mismo que ocurre cuando los niños pasan por el momento de preguntar a sus padres “el por qué” de todo lo que ocurre a su alrededor.
“El niño no espera la respuesta de papá, cuando este empieza a responder, pasa a otra pregunta. Lo que el niño quiere es que la mirada de su padre esté sobre él. No importa cuál sea la explicación, sólo importa que papá le mire, y eso le da seguridad. Rezar es un poco de eso”, defendió el Papa.
El sentido del humor como medicina
El Santo Padre dijo que no se siente solo y que cuenta con “pocos amigos, pero verdaderos”. Explicó que esa era la razón por la que no vive en el apartamento pontificio, “porque los Papas que estaban antes eran santos, y yo no puedo, no soy tan santo. Necesito relaciones humanas, por eso vivo en este hotel de Santa Marta donde encuentras gente que habla con todo el mundo, encuentras amigos. Es una vida más fácil para mí, no me apetece hacer la otra, no tengo fuerzas y las amistades me dan fuerzas”, explicó.
Por último, el Papa Francisco definió el sentido del humor como “una medicina” y aseguró que es algo que ayuda a relativizar y “hace mucho bien”.
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