El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Mario Aurelio Poli, alentó a la multitud de fieles presentes esta maña en el Santuario de la Virgen de Luján, Patrona de Argentina, a apostar siempre por la familia, que es lo mejor que tiene la patria.
Así lo indicó el Purpurado en la homilía de la Misa central este domingo, con ocasión de la 47” Peregrinación Juvenil a Pie a Luján, que este 2021 volvió a realizarse de manera presencial y siguiendo todos los protocolos de bioseguridad, bajo el lema "Madre del Pueblo, te pedimos por la salud y el trabajo".
“¡Es un día de fiesta para nosotros! La renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios”, exclamó el Cardenal.
“Yo tengo en mi corazón y en mi mente tres ideas, tres cosas para decirles en este momento. Y espero que sean cortitas porque conozco el dolor de ustedes de la marcha y el camino”, dijo Arzobispo de Buenos Aires a los peregrinos.
“Cuando todo se mueve lo más firme que nosotros tenemos es la familia”, resaltó el Purpurado argentino.
“Apuesten a sus familias. Dediquen tiempo. Hemos escuchado durante estas jornadas cómo vienen a pedir por sus familias, por la salud, por la unidad, por el amor, por el trabajo”.
“Apuesten a la familia. Dedíquenle tiempo. Ahí están nuestros principales valores, es lo mejor que tiene la Patria. Dedíquenle tiempo porque todo lo que recibimos en la familia, todo lo que se mama en la familia, nos dura la vida entera. Ahí se cultiva el amor, ahí está la fuerza de nuestra Nación”, subrayó el Cardenal Poli.
“¡Apuesten a la familia!”, reiteró.
El Arzobispo también compartió con los fieles “algo que el Papa siempre nos repite cada vez que se encuentra con una multitud. Él nos recuerda que Dios y la Virgen nos aman profundamente, somos inmensamente amados por Dios”.
“Y, para mí, la renovación de la peregrinación este año es una muestra de cuánto nos ama Dios”.
El Cardenal también destacó la presencia de “esta maravillosa juventud y todos los que se pusieron al servicio de la peregrinación son una muestra más de la delicadeza de nuestro Padre Dios y de la ternura de nuestra Madre”.
En otro momento de su homilía, el Cardenal Poli pidió mirar hacia la puerta de la basílica donde estaba colocada la imagen auténtica de la Virgen de Luján, para veneración de los miles de peregrinos que iban llegando tras peregrinar varios kilómetros.
“Mirando a la Madrecita que salió para recibir a todos los peregrinos, le vamos a pedir para todos los que han peregrinado, para los que se pusieron al servicio de la peregrinación, las gracias”, dijo el Purpurado.
“Vamos a darle las gracias por la fuerza que nos dio para llegar a Luján, para poder celebrar esta fiesta. Pero esas son las gracias que atrajo la Madre para cumplir esta peregrinación espiritual, esta reserva religiosa que tiene nuestra Patria, estos valores tan lindos de nuestra fe”, alentó.
El arzobispo animó a los peregrinos a volver a casa renovados en la fe: “A partir de hoy, comienza de vuelta la peregrinación de la vida, la que tiene más espinas que rosas, y necesitamos las gracias espirituales y materiales para seguir caminando en esta vida”.
“Así que, giren un poquito la cabeza y miren a la Madre”, pidió el Cardenal..
“Madrecita, Madre de Luján, tú que nos quieres a todos te pedimos que le pidas a Jesús, Vos que te la pasás pidiendo por nosotros, que nos concedas lo que necesitamos para seguir caminando en la vida ¡Y que viva la Virgen!”, concluyó.
La peregrinación comenzó a las 8:00 a.m. del sábado 2 de octubre, con la salida de la imagen peregrina de la Virgen desde el santuario San Cayetano de Liniers, aunque desde la madrugada numerosas personas comenzaron a salir rumbo a Luján, como había propuesto la Comisión Arquidiocesana de Piedad Popular para evitar aglomeración de gente.
La imagen peregrina de la Virgen, bendecida por el Papa Francisco en 2013, salió del santuario de San Cayetano tras la bendición del Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Juan Carlos Ares, y luego fue transportada en camioneta hasta Morón, donde la recibió el Obispo local, Mons. Jorge Vázquez.
Luego siguió hasta la Plaza Buján, en Paso del Rey, donde permaneció todo el sábado para ser venerada por los peregrinos y llegó a Luján este domingo minutos antes del inicio de la Misa presidida por el Cardenal Poli.
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