El Papa Francisco recordó a futuros diplomáticos de la Santa Sede la importancia de ser hombres de oración enraizados en la tradición, pero también capaces de estar abiertos al diálogo.
Según informó L’Osservatore Romano, el Santo Padre visitó el 27 de mayo a la comunidad de la Pontificia Academia Eclesiástica, formada actualmente por 40 sacerdotes, 38 de los cuales son estudiantes.
En su visita, el Papa dialogó con los sacerdotes durante una hora y respondió a sus preguntas. Entre los temas abordados, se encontraron “los desafíos actuales de la Iglesia, la labor misionera, el camino sinodal y el importante papel de la diplomacia papal bilateral y multilateral”.
El Santo Padre se refirió también al año de misión en el nuevo camino de formación que los diplomáticos vaticanos deberán realizar y señaló que esta experiencia “en las periferias de la Iglesia universal, enriquecerá su bagaje personal, humano, cultural y lingüístico”.
Asimismo, el Pontífice destacó que entre las características que un buen diplomático pontificio debe tener están “ser hombres de oración, abiertos a la escucha del Evangelio, a las novedades, pero al mismo tiempo enraizados en la tradición, dispuestos al diálogo y a la confrontación”.
Luego, el Papa cenó con ellos y antes de regresar al Vaticano saludó también a las religiosas de la Comunidad apostólica de María Siempre Virgen que trabajan en la Pontificia Academia Eclesiástica.
La Pontificia Academia Eclesiástica es la institución de la Santa Sede encargada de formar a los diplomáticos que trabajarán en las Nunciaturas Apostólicas y en la Secretaría de Estado. Fue fundada en 1701 por el Papa Clemente XI y reformada posteriormente por diferentes Pontífices. El plan de estudios de los sacerdotes incluye diplomacia, economía política, derecho internacional, historia e idiomas.
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