El Nuncio Apostólico en Colombia, Mons. Luis Mariano Montemayor, impuso el sábado 29 de mayo el Palio Arzobispal a Mons. Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá.
El Papa Francisco nombró a Mons. Luis José Rueda Aparicio, actualmente con 59 años de edad, como nuevo Arzobispo de Bogotá el 25 de abril de 2020, con lo que sucedió en el cargo al Cardenal Rubén Salazar Gómez, que renunció al llegar al límite de edad establecido por el Código de Derecho Canónico.
La Misa en la que Mons. Montemayor impuso el Palio Arzobispal a Mons. Rueda se celebró en la Catedral Primada de Bogotá.
El Arzobispado explicó que el Palio es un símbolo de comunión con el Papa Francisco que “tiene la forma de una cinta de unos cinco centímetros de ancho con unas cruces de color negro, que el Arzobispo lleva sobre los hombros y sobre el cuello a manera de collar”.
El Palio está “elaborado de lana de ovejas cuidadas en Roma por religiosas”. “La lana simboliza la oveja”, por ello, este símbolo “nos evoca la imagen del pastor que pone las ovejas o la oveja descarriada sobre los hombros y la conduce al camino, es una imagen para referirse al ministerio pastoral del Arzobispo”, explicó.
Al iniciar la ceremonia de imposición, Mons. Montemayor recordó la importancia del Palio Arzobispal y explicó que debe usarse “en toda celebración litúrgica”. “Es como un lazo de unión hecho de la lana de los corderitos que el Papa bendice en la fiesta de Santa Inés”, dijo el Nuncio Apostólico en Colombia.
“Nos lo recuerda el Santo Padre, el Pastor debe tener olor a oveja, que no solo guía a su rebaño, sino que va en búsqueda de la oveja perdida que ha desviado su camino y en vez de regañarla, la pone en sus hombros y la lleva de vuelta a casa con un cariño especial”, señaló.
Además, precisó que el Palio “es un símbolo de unión” al Papa y a sus obispos. “El palio tiene la forma de un anillo con dos lenguas para manifestar que el Arzobispo por un lado, está conectado con el Papa y por otro lado, con todos los Obispos hermanos cuya unidad le ha sido confiada, el palio quiere simbolizar precisamente que el Arzobispo es el punto de conexión”, explicó.
Al terminar, Mons. Rueda se acercó a Mons. Montemayor y se arrodilló ante él para iniciar la profesión de fe y el juramento correspondiente. Al concluir, el Nuncio tomó el Palio y lo impuso sobre sus hombros.
Posteriormente, Mons. Rueda concelebró Misa junto a Mons. Montemayor, al Cardenal Rubén Salazar Gómez, y los obispos auxiliares de Bogotá, Mons. Luis Manuel Alí y Mons. Pedro Salamanca. Además, asistieron Mons. Francisco Nieto, Obispo de Engativá; Mons. Juan Vicente Córdoba, Obispo de Fontibón; los vicarios episcopales y algunos sacerdotes.
En su homilía, Mons. Rueda recordó que Cristo es el Buen Pastor que “conoce a sus ovejas, que les habla, que la busca y que está dispuesto por amor a entregar la vida por la salvación de su rebaño y que no quiere que ninguno se pierda”.
Además, recordó la misión pastoral de los sacerdotes. “La iglesia pueblo de Dios es el rebaño que pastorea Cristo”, por eso “nosotros los pastores, el Arzobispo de Bogotá, el Papa Francisco, todos nosotros con nuestra misión, somos pueblo, somos rebaño, somos corderos. Pero a la vez, tenemos la tarea que el Señor en su misericordia nos ha confiado, de pastorear al pueblo de Dios”.
Por tanto, “para que se cumpla lo que el Señor dice en la oración sacerdotal, que todos sean uno para que el mundo crea”, los sacerdotes “somos signo e instrumento de la comunión de la humanidad entre sí y con Dios”.
Finalmente, Mons. Rueda pidió “al Señor que ustedes y yo podamos vivir con fe y con amor a Cristo Jesús todos los acontecimientos que pasen en nuestra vida”, dijo. Los “gozos, fatigas, cansancios, luchas, desespero, incluso, que pueden atormentar nuestra vida, los queremos vivir con amor a Cristo Jesús. Eso le dará sentido a nuestra vida e incluso a nuestra muerte”, concluyó.
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