El Obispado de Venado Tuerto (Argentina) manifestó “su dolor” por el altercado producido entre un funcionario policial y un sacerdote que celebró Misa aún cuando las disposiciones sanitarias lo prohíben.
Según el portal El ciudadano web, el domingo 23 de mayo el P. Andrés Quiroga realizaba una Misa en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, de la localidad de Amenábar, cuando las medidas sanitarias decretadas en gran parte del país lo prohíben.
Hasta el lugar llegó un funcionario policial, que fue enfrentado por el sacerdote.
En un video publicado por el medio se ve al sacerdote gritando en reiteradas ocasiones al policía: “En nombre de Cristo, fuera de la casa de Dios” mientras sostenía una cruz en sus manos.
En otro video se ve a ambos discutiendo.
Un cura echó a efectivos de la policía que fueron a interrumpir una misa clandestina en Amenabar, Santa Fe.
“En nombre de Cristo, fuera de la casa de Dios”, repitió ante las cámaras una y otra vez el sacerdote Andrés Quirogahttps://t.co/75iuqTosc6 pic.twitter.com/weU5kynbbw
— Diario El Ciudadano (@elciudadanoweb) May 25, 2021
En un comunicado difundido el 25 de mayo, Mons. Gustavo Help, Obispo de Venado Tuerto, y Mons. Han Lim Moon, Obispo Coadjutor del lugar, precisaron que la “suspensión de todas las celebraciones religiosas tanto en lugares abiertos como cerrados” fue comunicada a los sacerdotes diocesanos el 21 de mayo a las 7:00 p.m.
La decisión fue en concordancia con la resolución Nº 173 del ministerio de Gestión Pública de la provincia de Santa Fe, la que a su vez respondieron a las medidas de confinamiento adoptadas por el gobierno para evitar la propagación del coronavirus.
El 21 de mayo, el Gobierno de Argentina anunció el “confinamiento estricto” para las zonas de “alto riesgo epidemiológico sanitario” y “alarma epidemiológica sanitaria”, desde el 22 de mayo hasta el 30 de mayo y el fin de semana del 5 y 6 de junio.
De esa manera, en varias zonas de la provincia de Buenos Aires y del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), de Córdoba, Corrientes, entre otras ciudades, se suspendió la presencialidad de las actividades económicas, industriales, deportivas, comerciales, servicios, culturales, religiosas, educativas, recreativas, sociales y turísticas.
Además, se suspendió la circulación de personas entre las 6:00 p.m. y las 6:00 a.m. del día siguiente, entre otras medidas.
"Los obispos manifiestan, ante la delicada situación sanitaria, que la Iglesia sigue colaborando humildemente con las autoridades locales, renunciando a la presencialidad de las celebraciones y acompañando a los fieles por medio de los distintos medios con las que ella cuenta, hasta que mejore el cuadro de la pandemia”, describe el comunicado.
"Al mismo tiempo se ha tomado contacto con las partes involucradas en este hecho particular”.
"Confiando a Nuestra Madre de Luján, patrona de la Patria Argentina, a los innumerables hermanos que sufren las consecuencias de esta pandemia, aseguramos nuestra oración, afecto y cercanía", concluyeron los obispos.
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