El Papa Francisco anunció que el próximo 1 de julio se realizará una Jornada de reflexión y oración por la preocupante situación en el Líbano en la que participarán los principales líderes de las comunidades cristianas presentes en el país.
“El próximo 1 de julio me reuniré en el Vaticano con los principales líderes de las comunidades cristianas presentes en el Líbano, para una jornada de reflexión sobre la preocupante situación del país y para rezar juntos por el don de la paz y la estabilidad”, afirmó el Papa al finalizar el rezo del Ángelus de este domingo ante los numerosos fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
En esta línea, el Santo Padre encomendó “esta intención a la intercesión de la Madre de Dios, tan venerada en el Santuario de Harissa” y pidió a todos que desde este momento acompañen “la preparación de este evento con la oración solidaria, invocando para ese querido país un futuro más sereno”.
Cercanía al pueblo del Líbano
En diversas ocasiones, el Papa ha expresado su cercanía a la población del Líbano, país que ha sido un al recibir refugiados de toda la región, principalmente de Siria, Palestina e Irak.
Además, el Santo Padre ha confirmado que quiere “visitar el país tan pronto como se den las condiciones” ha deseado que “el Líbano, con la ayuda de la comunidad internacional, vuelva a encarnar ‘la fortaleza de los cedros, la diversidad que de la debilidad se convierte en fuerza en el gran pueblo reconciliado’, con su vocación de ser una tierra de encuentro, convivencia y pluralismo”.
En agosto de 2020, el Papa Francisco pidió en varias ocasiones rezar por el Líbano con ocasión de las explosiones en Beirut. Al finalizar la Audiencia General del 5 de agosto de 2020, el Santo Padre pidió oraciones por las recientes explosiones en Beirut y solicitó rezar por Líbano para que consiga superar la crisis que está atravesando.
Las explosiones ocurrieron por la tarde del 4 de agosto (hora local) en el puerto de Beirut. La tragedia causó al menos 100 muertos y más de 4.000 heridos, además de los daños materiales en la ciudad.
Ante eso, el Santo Padre pidió rezar “por Líbano para que con el compromiso de todos sus componentes sociales, políticos y religiosos puedan enfrentar este momento trágico y doloroso y con la ayuda de la comunidad internacional superar la grave crisis que está atravesando”.
En esa ocasión, el Papa también convocó a vivir una Jornada universal de Oración y de Ayuno por el Líbano que se llevó a cabo el viernes 4 de septiembre.
El Papa Francisco señaló el 2 de septiembre ante fieles reunidos en el patio de San Dámaso que “durante más de 100 años el Líbano ha sido un país de esperanza” y añadió que “incluso en los periodos más obscuros de su historia los libaneses han conservado su fe en Dios y han demostrado la capacidad de hacer de su tierra un lugar de tolerancia, de respeto, de convivencia, único en la región”.
En esa ocasión, el Santo Padre destacó también que “Líbano representa algo más que un Estado, el Líbano es un mensaje de libertad, es un ejemplo de pluralismo, tanto para el Oriente que para el Occidente” por lo que “por el bien mismo del país, pero también del mundo, no podemos permitir que este patrimonio se pierda”.
“Animo a todos los libaneses a continuar a esperar, a recuperar las fuerzas y las energías necesarias para repartir. Pido a los políticos, a los líderes religiosos, comprometerse con sinceridad y transparencia en la obra de reconstrucción dejando caer los intereses de partes y mirando al bien común y al futuro de la nación. Renuevo la invitación a la comunidad internacional a sostener el país para ayudarlo a salir de la grave crisis sin ser involucrado en las tensiones regionales”, advirtió entonces el Papa.
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