En un reciente artículo publicado en el National Catholic Register, la productora y columnista de CBS News, Marcia Selgeisten, habló sobre la importancia de que los padres, y especialmente la madre, estén presentes en los primeros años de vida de un niño.
“Pensemos en las mentiras que nuestra sociedad ha comprado desde los años 60. El divorcio no es ideal, pero los niños estarán bien. Después de todo, los deseos de los padres son importantes, y los niños son resistentes. El aborto no es una solución ideal para un embarazo no deseado, pero ¿qué debe hacer una mujer? Ella debería tener control sobre su propio cuerpo…”, dijo Selgeisten, también escritora de la revista cristiana estadounidense Salvo.
En su artículo, Selgeisten advirtió que las mujeres que ponen sus carreras primero que sus hijos, exponen a estos a una “mescolanza” de niñeras para cuidarlos. Además, señaló que "se ha demostrado que el divorcio disminuye la competencia futura del niño en todas las áreas de la vida, incluidas las relaciones familiares, la educación, el bienestar emocional e ingresos económicos”.
“En cuanto al aborto, ahora la ciencia nos comprueba lo que en realidad sabíamos desde el principio: que cuando una mujer aborta, se lleva la vida de un ser humano con su propio ADN”, indicó en el artículo publicado el 17 de noviembre de 2017.
“¿Y qué hay de cuidar a los bebés y niños pequeños? ¿Importa quién lo hace? Ahora contamos con investigación científica que demuestra que sí importa”, señaló.
En ese sentido, Selgeisten citó a Erica Komisar, psicoanalista reconocida en Estados Unidos y autora del libro “Estar ahí: Por qué priorizar la maternidad en los primeros tres años importa”, basado en su trabajo clínico y en investigaciones neurobiológicas y psicológicas sobre el apego, el cuidado y el desarrollo cerebral.
Selgeisten destacó la audacia de Komisar para escribir: "Creo que es mejor para un niño tener a su madre como su principal cuidadora y para que ella esté presente emocional y físicamente durante la mayor parte de sus primeros tres años como sea posible".
Komisar reconoce que hacer tal declaración es controversial y que hay muy pocas personas que quieran hablar sobre lo que es realmente mejor para los niños. Ella sostiene ver los efectos de la ausencia materna en los niños como un problema social importante de nuestro tiempo.
Entre otras cosas, la psicoanalista neoyorquina afirma que la presencia de una madre en los primeros años de crianza de un niño ayuda al desarrollo del cerebro y ofrece una mayor posibilidad de estar emocionalmente seguro.
Sin embargo, aclara que la presencia física no es suficiente, sino que las madres también deben estar emocionalmente presentes.
“En una sociedad adicta a la multitarea, prestar atención dividida a un niño (hablar por teléfono celular, leer mensajes de texto, consultar Internet) no es estar emocionalmente presente”, señaló.
Según su experiencia, es raro ver a alguien empujando un carrito o un cochecito de bebé que no esté hablando por teléfono celular al mismo tiempo.
Komisar señala que en sus 24 años como psicoanalista, ha tratado tanto a niños como a adultos con problemas de comportamiento y tendencia a la depresión, ansiedad y adicciones de todo tipo y ha logrado comprender que las conexiones con estos síntomas tienen que ver con “la separación prematura de los hijos de sus madres”.
Incluso, añade que el aumento del número de niños diagnosticados con trastornos como el autismo, TDAH y otros problemas, está directamente relacionado con la falta de un compromiso constante e íntimo de las madres con sus hijos.
Finalmente, reveló que una de las razones por las que su libro no se ha hecho tan conocido, se debe a los medios de comunicación liberales que no quieren darle espacio para presentarlo.
Sin embargo, afirma que es hora de alentar y apoyar a las mujeres que ponen las necesidades de sus hijos por encima de las suyas, puesto que “no se puede criar niños sanos si no se está ahí para ellos emocional y físicamente".
“Como C.S. Lewis escribió: ‘Los niños no son la distracción de un trabajo más importante. Son el trabajo más importante’”, concluyó la especialista.
Traducido y adaptado por Bárbara Socorro. Publicado originalmente en National Catholic Register.
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