“Desde que Lesbos se ha convertido en un lugar de llegada para muchos emigrantes en busca de paz y dignidad, he tenido el deseo de venir aquí”, dijo Francisco, agradeciendo a Dios, a las autoridades civiles de Grecia, al Patriarca Ecuménico de Constantinopla (Turquía), Bartolomé I, y al Arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II.
“Quisiera expresar mi admiración por el pueblo griego que, a pesar de las graves dificultades que tiene que afrontar, ha sabido mantener abierto su corazón y sus puertas”, dijo Francisco.
“Muchas personas sencillas han ofrecido lo poco que tenían para compartirlo con los que carecían de todo. Dios recompensará esta generosidad, así como la de otras naciones vecinas, que desde el primer momento han acogido con gran disponibilidad a muchos emigrantes forzados”, aseguró.
Grecia se sumergió en una profunda crisis económica desde fines de 2009, con una deuda externa de alrededor de 358 millones de dólares. La situación sumergió al país en profundas medidas de austeridad. Para 2015 se estimaba que el desempleo había alcanzado al 26% del país.
Ese mismo año, más de 851 mil refugiados llegaron a Grecia cruzando el mar, principalmente desde Siria, Afganistán, Irak, Pakistán y Somalia.
En un informe del 15 de abril, la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estimó que en toda Grecia hay 46 mil 450 refugiados, superando la capacidad máxima de 30 mil 860.
En la isla de Lesbos, indica ACNUR, hasta ayer se contabilizaron 4 mil 142 refugiados para una capacidad de 3 mil 500.
Ante los griegos reunidos en el puerto de Mitilene, el Santo Padre reiteró su “apremiante llamamiento a la responsabilidad y a la solidaridad frente a una situación tan dramática”.
“Muchos de los refugiados que se encuentran en esta isla y en otras partes de Grecia están viviendo en unas condiciones críticas, en un clima de ansiedad y de miedo, a veces de desesperación, por las dificultades materiales y la incertidumbre del futuro”, lamentó.
El Papa indicó que es “comprensible y legítima” la preocupación de las instituciones y ciudadanos “tanto aquí en Grecia como en otros países de Europa”.
“Sin embargo, no debemos olvidar que los emigrantes, antes que números son personas, son rostros, nombres, historias”.
Francisco lamentó además que “por desgracia, algunos, entre ellos muchos niños, no han conseguido ni siquiera llegar: han perdido la vida en el mar, víctimas de un viaje inhumano y sometidos a las vejaciones de verdugos infames”.
Al finalizar su mensaje, el Papa recordó que Dios “en Jesús, nos ha indicado el camino de la paz”.
“Frente al mal del mundo, él se hizo nuestro servidor, y con su servicio de amor ha salvado al mundo. Esta es la verdadera fuerza que genera la paz. Solo el que sirve con amor construye la paz”.
“Gracias a ustedes, porque son los custodios de la humanidad, porque se hacen cargo con ternura de la carne de Cristo, que sufre en el más pequeño de los hermanos, hambriento y forastero, y que ustedes han acogido”, concluyó.
También te puede interesar:
VIDEO y TEXTO: Discurso del Papa Francisco a la población y comunidad católica https://t.co/HACdqU3mKZ
— ACI Prensa (@aciprensa) 16 de abril de 2016
Publicar un comentario