El Prelado explicó que esta plegaria ofrece la “espiritualidad” de Jesús porque “cuando Él la enseña también nos regala el don de su propia oración íntima con Dios… tenemos que compartir su punto de vista, elevar nuestros ojos hacia el Padre, como Él lo hizo”.
Esta oración inicia con la palabra “nuestro”. Uno de los sentidos que le da el Arzobispo de Los Ángeles es que “Jesús quiere que sepamos que nunca estamos solos cuando oramos. Él no es mi padre; es nuestro Padre. Nuestra oración nunca es solitaria”.
“Vamos con Jesús, pero no vamos solos siguiendo a Jesús. Creemos, sí, pero lo hacemos en compañía de otros que también creen con nosotros. Cuando oramos a nuestro Padre, estamos trayéndole no sólo nuestras necesidades y esperanzas individuales, sino también las necesidades y esperanzas de nuestros hermanos y hermanas”, precisó.
Asimismo, el Prelado indicó que “nuestro” también se refiere a toda la humanidad. “Oramos no sólo por aquellos de nosotros que son católicos o cristianos…sino por los que están todavía lejos de Dios”.
“Oramos con el amor que Jesús mostraba por cada persona, y por todos aquellos por quienes Él entregó su vida en la Cruz. Oramos para que se haga la voluntad de Dios, y sabemos que Dios quiere que todos se salven y lleguen a conocer su misericordia y su amor”, comentó el Prelado.
Por otro lado, Mons. Gómez señaló que cuando se reza el Padre Nuestro hay una frase “que debería llegarnos al corazón”:
“El amor de Dios no tiene límites, como tampoco los debe tener nuestra oración. Orar a ‘nuestro’ Padre nos abre las dimensiones de su amor, revelado en Cristo, que ora con y por todos los que todavía no lo conocen, para que Cristo pueda reunir en la unidad a todos los hijos de Dios’”.
Lea la columna completa aquí: https://www.aciprensa.com/josegomez/orando-con-el-padre-nuestro/
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de febrero de 2016
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