El 18 de septiembre se supo que la dictadura de Daniel Ortega expulsó de Nicaragua a las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, una salida forzada por las presiones de funcionarios del Estado, según reveló una fuente reservada que conoce a la congregación.
Las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús estaban instaladas en la Diócesis de Matagalpa, cuyo Obispo, Mons. Rolando Álvarez, está con arresto domiciliario en Managua desde hace más de un mes.
La expulsión de las religiosas se conoció a través de una publicación del medio Nicaragua Informa del 18 de septiembre. “Hoy abandonaron el país víctimas del acoso y amenazas de la dictadura las Hermanas Religiosas de la Cruz (mexicanas) que tenían años de estar en Matagalpa haciendo una labor espiritual”.
La fuente cercana a la congregación, que pidió mantener el anonimato por razones de seguridad, dijo que “su salida se debió a la presión que ejercían trabajadores públicos del Estado para conocer de dónde procedía cada ayuda que recibían las hermanas, hasta en las más mínimas pequeñas donaciones”.
La fuente dijo que se trató de algo absurdo, “porque ellas, al igual que las parroquias viven de las ofrendas que dan nuestros fieles”.
Además, “no se les renovó la residencia a hermanas extranjeras y tuvieron que abandonar el país antes”.
“La comunidad religiosa que es de vida semicontemplativa, no era posible sostenerla solo con tres hermanas, ya que su carisma es mantener una adoración constante con Jesús Sacramentado, por tal motivo sus superiores vieron que lo mejor era cerrar la casa que tenían aquí en Matagalpa", indicó.
La fuente dijo que "las únicas tres hermanas que quedaban, son las 3 de la foto que subieron hace poco”.
"Siempre estaban entre seis o más. Habían venido saliendo meses antes, especialmente las que no les renovaron su permiso de residencia”, indicó.
En su cuenta de Facebook, la congregación asentada en México informó el 20 de septiembre del arribo de las religiosas procedentes de Nicaragua.
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