El Papa Francisco agradeció a los padres de la comunidad de Schoenstatt por el “hermoso servicio a la Iglesia y al mundo” que realizan al ser “portadores de un mensaje de esperanza” a las familias.
Así lo dijo el Santo Padre este 1 de septiembre al recibir en el Vaticano al Capítulo General del Instituto Secular Padres de Schoenstatt.
“Queridos padres de la comunidad de Schoenstatt, ruego al Espíritu Santo que haga fructificar todos los esfuerzos que han realizado durante el Capítulo General”, dijo el Papa.
Además, el Papa Francisco señaló que estos sacerdotes “realizan un hermoso servicio a la Iglesia y al mundo, especialmente acompañando a las familias en los diversos acontecimientos y vicisitudes que atraviesan, anunciando a todos los miembros la belleza de la ‘Alianza de Amor’ que el Señor ha establecido con su pueblo”.
“Hoy en día son muchos los matrimonios en crisis, los jóvenes tentados, los ancianos olvidados, los niños que sufren. Y ustedes son portadores de un mensaje de esperanza en estas situaciones oscuras que atraviesa cada etapa de la vida. Y esto progresa un poco unido a ese despojo de los valores humanos, un despojo que están haciendo salvajemente las colonizaciones ideológicas de todo tipo”, advirtió el Papa.
En esta línea, el Santo Padre destacó que “el mundo nos exige cada vez más que demos respuestas a las interrogantes e inquietudes de los hombres y mujeres de nuestro tiempo” y lamentó que “vemos con frecuencia que la naturaleza de la familia es atacada por diversas ideologías, que hacen tambalear los cimientos que sostienen la personalidad del ser humano y, en general, toda la sociedad”.
Ante eso, el Papa subrayó la importancia del modelo “que nos ofrece la Sagrada Familia, y especialmente la Virgen María, quien cuida con un amor tierno y comprometido de todos sus hijos e hijas, especialmente los más pobres, en cuerpo y espíritu”.
“Ella, en el hermoso himno del Magníficat, confiesa las proezas del Señor, que ‘derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos’, haciendo referencia a la promesa, a la alianza hecha con ‘nuestros padres’ en la fe”, explicó.
En esta línea, el Santo Padre resaltó que “la Bienaventurada Virgen María, venerada con gran amor por cada uno de los miembros de la comunidad de Schoenstatt con el título de la ‘Madre Tres Veces Admirable’, es un modelo basilar para todos, que impulsa a crear puentes fundados en la caridad fraterna y la comunión de bienes con los más necesitados, y al mismo tiempo que nos da sabiduría y valor para ir al encuentro de quienes se han alejado de la amistad con el Señor, para recuperarlos con el testimonio de la vida nueva en Cristo, que se caracteriza por la misericordia”.
“Los animo, queridos hermanos, a seguir adelante en sus apostolados, renovándose siempre con la gracia del Espíritu Santo y siendo valientes para abrir caminos nuevos al servicio de las familias, para hacer resplandecer la belleza de la Alianza establecida entre Dios y los hombres, con la espiritualidad y la vivencia de los valores cristianos”, afirmó el Papa.
Finalmente, el Papa Francisco rezó para que “Nuestro Señor Jesucristo, por mediación de la Mater Admirabilis, conceda siempre a todos los miembros de la comunidad de Schoenstatt frutos abundantes de santidad. Que Dios los bendiga”.
Nuevo Superior General
El 6° Capítulo General del Instituto Secular Padres de Schoenstatt eligió en agosto a la nueva Dirección General de la Comunidad para los próximos seis años, la cual ha tomado posesión de su cargo inmediatamente y el nuevo superior general es el P. Alexandre Awi Mello.
El nuevo superior general, el P. Alexandre Awi Mello, que es el secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida desde 2017, "continuará todavía en dicho cargo durante los próximos meses", informó un comunicado.
En esta línea, el Papa Francisco agradeció al P. Alexandre Awi Mello su servicio como secretario en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y le deseó “un ministerio fecundo en esta nueva responsabilidad que se le encomienda”.
Por último, el Santo Padre relató “en mi mesita de luz tengo entronizada la imagen de la Virgen; Alexandre lo hizo, y después de quince días trajo una corona para coronarla. O sea, que tengo toda la ceremonia de ustedes hecha [de la ‘secta’ de ustedes la tengo yo (risas)]. De tal manera que cada vez que entro en mi dormitorio, lo primero que veo es eso, y tengo que acordarme de ustedes”.
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