Los obispos de México criticaron duramente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por su fallo que invalida artículos que sancionaban el aborto en el estado mexicano de Coahuila, y reiteraron su postura “a favor de la mujer y a favor del derecho a la vida”.
En un comunicado publicado la noche del 8 de septiembre, en la Fiesta de la Natividad de la Virgen María, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que “la resolución de la Corte realiza un peligroso y desproporcionado contraste entre el contenido y límites de lo que denomina ‘derecho de la mujer a decidir’ frente a ‘la protección constitucional del nasciturus’”.
El 7 de septiembre la Suprema Corte declaró inválido, con los votos de los 10 ministros presentes de un total de 11, el artículo 196 y partes de los artículos 198, 199 y del artículo 224, fracción II, del Código Penal de Coahuila.
Los textos invalidados se refieren a la pena de prisión para las mujeres que abortan voluntariamente, así como a restricciones para el personal de salud que las ayuda.
Los obispos mexicanos calificaron como “delicado” que el fallo de la SCJN “reconoce que no existe referencia constitucional o convencional expresa del llamado ‘derecho de la mujer a decidir’, pero que ‘el sustrato de esta prerrogativa lo constituyen la dignidad humana, la autonomía, el libre desarrollo de la personalidad, el derecho a la vida privada, la igualdad jurídica, el derecho a la salud (psicológica y física) y la libertad reproductiva’”.
Para los obispos mexicanos “no es admisible que el análisis conjunto de estos conceptos lleven a la conclusión de que existe un ‘derecho fundamental’ de la mujer ‘a decidir’ y que éste consiste ‘en la posibilidad de acceder libremente a un procedimiento de interrupción segura del embarazo’, al amparo de los artículos 1º y 4º Constitucionales”.
“Si el sustrato de este denominado ‘derecho a decidir’ se encuentra en estos principios, ¿bajo qué razón lógica se le desconocen al nasciturus? ¿Qué elementos objetivos existen para restringir estos derechos al concebido no nacido y, en consecuencia, retirarle la protección del Estado?”, cuestionaron.
Para los obispos mexicanos, “la ambigüedad del planteamiento” de la Suprema Corte “implica indefectiblemente la discriminación del ser humano por razón de su etapa de gestación”.
El concebido no nacido, advirtieron, queda así “como si fuese un bien jurídico del que se pueda disponer si se encuentra en un ‘breve período cercano al inicio del proceso de gestación’ y dejando al arbitrio de un tercero, si continúa viviendo o no”.
La CEM subrayó también que “ninguna mujer debe verse orillada a tomar la dramática decisión de recurrir a la práctica del aborto, situación que en un gran número de casos deja una profunda secuela de dolor”.
“En este sentido, somos conscientes que la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta y más bien puede ocasionar su revictimización”, indicaron los obispos.
“Así, la Iglesia refrenda un compromiso decidido y activo con aquellas iniciativas, programas y proyectos que busquen ofrecer los medios necesarios para que las mujeres construyan un proyecto de vida digno, de acuerdo con sus legítimas aspiraciones y se involucren activamente en todos los espacios”, añadieron.
La CEM indicó que “la Iglesia, Madre de todos los seres humanos, incluyendo al ya concebido, pero aún no nacido, también debe proteger –por todos los medios lícitos– su dignidad fundamental como creación de Dios y asegurar que su derecho a la vida no se condicione, se discrimine o quede sujeto a la voluntad o decisión de un tercero”.
“Este camino, tampoco constituye una alternativa de solución”, advirtió.
Los obispos señalaron que “la materia del debate sostenido en la Suprema Corte en días pasados merece un renovado compromiso de todos los actores políticos, de la comunidad académica, de las iglesias y de las organizaciones civiles para garantizar la protección de las mujeres en toda circunstancia, gestando o no, al tiempo que se respete el derecho humano a la vida tanto de la madre como del concebido aún no nacido”.
Además, anunciaron que en los próximos días la Dimensión Episcopal de Vida de la CEM publicará “algunos subsidios que ofrezcan criterios técnicos para el análisis y la construcción de propuestas y acciones”.
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