El Papa Francisco presidirá un encuentro de oración por la paz ecuménico que se llevará a cabo a un lado del Coliseo Romano el próximo jueves 7 de octubre.
Según el programa difundido este 28 de septiembre por la Comunidad de San Egidio, organizadora de la iniciativa “Pueblos hermanos, tierra futura”, el Santo Padre presidirá una oración ecuménica por la paz en la que participarán representantes de diferentes confesiones cristianas, entre ellos, estará presente el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, y la homilía será pronunciada por el Patriarca y Catolicós de la Iglesia apostólica armenia, Karekin II.
Luego, líderes de otras religiones presentes darán un mensaje de paz. El representante del Islam previsto es el Gran Imán de Al Ahzar (Egipto), Ahmad Al-Tayyeb, con quien el Papa Francisco firmó en febrero de 2019 el documento de la fraternidad en Abu Dabbi.
Otros de los representantes de diferentes religiones presentes serán, el patriarca de la Conferencia de los rabinos europeos, Rabino Pinchas Goldschmidt; el representante del budismo Soto Zen (Japón), Shoten Minegishi y la presidenta del Hindu Forum of Europe (Reino Unido), Lakshmi Vyas.
Después de los mensajes de los líderes de diferentes religiones se llevará a cabo la ceremonia final en la que tomarán la palabra autoridades del mundo civil como la canciller de Alemania, Angela Merkel y el jefe de Estado de Italia, Mario Draghi.
Finalmente, el Santo Padre rezará un minuto de silencio en memoria de las víctimas de todas las guerras y entregará el mensaje de la paz.
En octubre de 2020 el Pontífice participó a otro encuentro de oración por la paz en el espíritu de Asís titulado “Nadie se salva solo – Paz y Fraternidad” promovido por la Comunidad de San Egidio en el que participó también el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.
En aquella ocasión, el Santo Padre dijo a los líderes cristianos que “cuanto más unidos estemos al Señor Jesús, seremos más abiertos y ‘universales’, porque nos sentiremos responsables de los demás”.
“El otro será el camino para salvarse a sí mismo: cada semejante, cada ser humano, cualquiera sea su historia o su religión. Comenzando por los pobres, los más parecidos a Jesús” añadió el Papa quien rezó para que “el Señor nos ayude a transitar juntos el camino de la fraternidad, para ser testimonios creíbles del Dios verdadero”.
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