En el Día de la oración por Chile, el Obispo de Talca, Mons. Galo Fernández, sostuvo que “la fe no es indiferente al devenir de la patria” pues se comparte entre hermanos que quieren también la construcción de un país mejor.
Como cada último domingo de septiembre, fieles de todo el país se congregaron en las catedrales, iglesias y espacios dispuestos por las diócesis para orar por un Chile más justo y fraterno.
Durante la jornada y como es tradición los fieles expresan su devoción a la Virgen del Carmen, patrona del país y Generala de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Desde el cerro La Virgen en la Diócesis de Talca, Mons. Fernández dijo que “la fe no es indiferente al devenir de la patria, la fe que nos anima en Jesucristo nos alienta a preocuparnos por el mundo en que vivimos, por aportar a la construcción de la ciudad justa, la ciudad conforme al querer de Dios”.
En ese sentido, dijo que es “paradojal porque hemos vivido en los últimos años tiempos de progreso, de crecimiento económico, sin embargo, hay una herida gigante y es porque el crecimiento económico no ha sido repartido equitativamente”.
“Es bien paradojal cómo teniendo Chile tanta más riqueza, tiene menos felicidad, menos alegría para vivir, incluso en la familia lo podemos experimentar, cuantas familias antiguamente vivían con menos, pero centrados en lo verdaderamente importante”.
"La patria se construye desde la convicción profunda de que al fin y al cabo somos hermanos, los que compartimos la fe lo experimentamos profundamente, lo sabemos como una verdad revelada, pero incluso con aquellos que no comparten la fe”.
Desde la parroquia San Agustín de Concepción, el Arzobispo de Concepción, Mons. Fernando Chomali, manifestó que “Dios le habla a su pueblo, Dios tiene algo que decirnos” y “nos entrega su espíritu”.
“El don de la sabiduría, de la inteligencia, de la prudencia, de la ciencia, cómo necesitamos personas que estudien. El espíritu nos da alegría, Dios nos libre de un país gris. Dios nos libre de olvidarnos de Dios".
Por ello, manifestó que es "hermoso” ver a feligreses, representantes de las fuerzas armadas y de otros sectores, acompañando. “Este es nuestro Chile y el Chile que amamos. Un Chile mariano que ama profundamente a la Virgen María y que hoy está escoltada por jóvenes del Ejército de Carabineros de Chile, este es el país que amamos y es el país que tenemos que cuidar".
Desde la capital Santiago, el Cardenal Celestino Aós expresó que “tenemos necesidad de muchas cosas, pero Chile necesita nuestra oración”.
El Cardenal Aós también alentó a preguntarse “¿cuál es mi aporte?, ¿qué es lo que el Señor me pide aquí y ahora?”, porque “malo sería volver de esta procesión y de esta Misa sin un propósito. No hace falta que les contemos a los demás en qué consiste nuestro compromiso. Lo deben detectar en nuestras obras”, recordó.
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