Mons. Salvatore Cordileone, Arzobispo de San Francisco, alentó a los fieles católicos a unirse a la campaña de ayuno y oración titulada “Una Rosa y un Rosario” por Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, quien pese a ser una madre católica apoya y promueve públicamente el aborto.
“Al ver la posible aprobación en la Cámara de Representantes del proyecto HR3755, que impondría el aborto a pedido en toda la nación en cualquier momento del embarazo, se hace necesaria una conversión de corazón de la mayoría de nuestros representantes, comenzando por la líder de la Cámara, la presidenta Nancy Pelosi”, indicó el Arzobispo en una declaración este 29 de septiembre.
“Por ello invito a todos los católicos a unirse masiva y visiblemente a la campaña de ayuno y oración por la presidenta Pelosi: comprométanse a rezar un rosario por semana y a ayunar los viernes por su conversión de corazón”, exhortó el Prelado.
“Por favor únanse a la campaña ‘Una rosa y un Rosario por Nancy’ en el sitio web https://benedictinstitute.org/rose-and-a-rosary/ y una rosa le será enviada a ella como símbolo de su oración y ayuno”, continuó Mons. Cordileone.
El Arzobispo de San Francisco resaltó que Nancy Pelosi “habla hondamente de sus hijos. Claramente tiene un corazón maternal. El Papa Francisco ha dicho que el aborto es un asesinato, el equivalente a contratar a un sicario para solucionar un problema. La solución a la crisis de una mujer embarazada no es la violencia sino el amor”.
“Por favor únanse a mí en el rezo del Rosario y el ayuno por la conversión del corazón maternal de la presidenta Pelosi, para que abrace la bondad y la dignidad de la vida humana, no solo después del nacimiento sino desde el vientre”, animó Mons. Cordileone.
El Arzobispo indicó también que la idea de las rosas y el Rosario se relaciona con Santa Teresita de Lisieux o Santa Teresita del Niño Jesús, cuya fiesta la Iglesia celebra este viernes 1 de octubre.
El Prelado dijo que “Santa Teresita de Lisieux, ‘la Florecilla', cuya fiesta celebramos este viernes, es recordada por estas famosas y queridas palabras: 'Después de mi muerte, dejaré caer una lluvia de rosas. Pasaré al Cielo haciendo el bien en la tierra. Levantaré una gran multitud de pequeños santos. Mi misión es hacer amar a Dios'. Y después de su muerte, las rosas comenzaron a llover del cielo”.
El Arzobispo explicó que a las rosas “se les ha llamado la 'firma' de Santa Teresa, una señal de que se ha escuchado la oración del peticionario”.
“La rosa es también un símbolo de nuestra Madre, la Santísima Virgen María, la 'rosa mística'. En este momento particular de la historia de nuestra nación, necesitamos más que nunca su intercesión, la de Santa Teresa, y la de todos los demás santos que nos han mostrado el camino de la vida”, precisó.
De hecho, “la reacción provocada por la aprobación de la ley del latido del corazón en Texas demuestra cuán desesperadamente nuestro país, y muchos de nuestros líderes políticos, necesitan una conversión de corazón para dejar el camino de la muerte y reclamar una cultura de la vida”.
La ley de “latidos del corazón” de Texas entró en vigor el 1 de septiembre e impide los abortos una vez que se detectan los latidos del corazón del feto, que puede ser incluso a las seis semanas de embarazo.
La norma ha sido fuertemente criticada por los grupos abortistas y por líderes del gobierno, como la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, que la consideró “inconstitucional”; y por el mismo presidente Joe Biden, quien dijo que la ley constituye un “asalto sin precedentes” a los derechos de las mujeres, y que ha ofrecido luchar contra ella con todo lo que tiene el gobierno a su disposición.
Sobre la campaña de oración por Pelosi, la directora ejecutiva del Instituto Benedicto XVI, Maggie Gallagher, recordó que este es el “Año de los indigentes” y que “nuestro apoyo a nuestros hermanos y hermanas en las calles de San Francisco y nuestro apoyo a nuestros hermanos y hermanas en el vientre materno tiene las mismas profundas raíces”.
Gallagher precisó que estas raíces están en “nuestra fe en la igual dignidad de todo ser humano. Importamos no porque seamos ricos o poderosos, o útiles, por lo bellos que podamos ser, sino porque somos todos hijos amados de Dios”.
Puede unirse a la campaña “Una rosa y un Rosario por Nancy” en este enlace.
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