El Papa Francisco nombró un delegado especial para que supervise la Asociación de los Memores Domini, los laicos consagrados de Comunión y Liberación.
Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede este 24 de septiembre, el Pontífice designó al Arzobispo de Taranto (Italia), Mons. Filippo Santoro, como delegado especial que “asumirá temporalmente, ad nutum de la Sede Apostólica, con plenos poderes, el gobierno de la Asociación, para salvaguardar su carisma y preservar la unidad de sus miembros”.
Esta decisión será efectiva a partir del 25 de septiembre y “al mismo tiempo, cesa el actual gobierno general de la Asociación”.
Un comunicado vaticano indicó que con esta decisión del cambio en la dirección de la Asociación el Santo Padre demuestra “su interés por la experiencia de los Memores Domini” y reconoce “en su carisma una manifestación de la gracia de Dios”.
Por su parte, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida confirmó al P. Gianfranco Ghirlanda, S.J., como “asistente pontificio para los asuntos canónicos relacionados con la Asociación”, cargo que desarrollaba desde julio de 2020.
El P. Ghirlanda fue nombrado con un decreto del 26 de junio de 2020. Este señala que debe velar para que en los Memores Domini “haya una clara separación entre el ámbito de gobierno de la Asociación y el ámbito de la conciencia de sus miembros” y exista “una real representatividad de los órganos de gobierno de la Asociación”. El sacerdote ha acompañado antes al Regnum Christi de los Legionarios de Cristo y al Sodalicio de Vida Cristiana en sus procesos de revisión de estatutos.
En aquel entonces, el vaticanista italiano Aldo María Valli destacó que el P. Julián Carrón, que ha sido presidente de Comunión y Liberación desde 2005, luego de la muerte del fundador P. Luiggi Giussani, es también consejero eclesiástico de los Memores Domini; “un doble rol que genera problemas desde el punto de vista de la democracia interna y de la libertad de los miembros de la Asociación”.
En marzo de 2015, el Papa Francisco recibió en audiencia a miembros de Comunión y Liberación por el 60 aniversario de su fundación por el P. Luigi Giussani fallecido en 2005.
En aquella ocasión, el Santo Padre destacó que “¡el carisma no se conserva en una botella de agua destilada!” porque “fidelidad al carisma no quiere decir 'petrificarlo' -es el diablo el que petrifica- no quiere decir escribirlo en un pergamino y ponerlo en un cuadro” por lo que concluyó que “la referencia a la heredad que les ha dejado Don Giussani no puede reducirse a un museo de recuerdos, de decisiones tomadas, de normas de conducta”.
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