Al finalizar su catequesis, el Papa realizó varias invitaciones a vivir Pentecostés encomendándose al Espíritu Santo para pedir paz a un mundo afligido por las dificultades.
En los saludos a los peregrinos de lengua francesa, el Papa señaló que “en espera de Pentecostés, como los apóstoles reunidos en el Cenáculo con la Virgen María, pedimos al Señor con fervor el Espíritu de consuelo y de paz para los pueblos martirizados que viven en situaciones difíciles”.
En los saludos a los fieles de lengua inglesa el Pontífice afirmó que “mientras nos preparamos para celebrar la solemnidad de Pentecostés, invoco sobre vosotros y vuestras familias el don del Espíritu Santo”.
También, en los saludos en lengua alemana subrayó que “en estos días de la novena de Pentecostés rezamos para que el Espíritu Santo venga y llene los corazones de los fieles, y que también nos dé la fuerza para perseverar cuando rezar se haga difícil. Que el Espíritu Santo nos guíe en nuestro camino”.
A los peregrinos de lengua castellana animó a que “en estos días de preparación a la Solemnidad de Pentecostés, pidamos al Señor que nos envíe los dones del Espíritu Santo para poder perseverar en nuestra vida de oración con humildad y alegría, superando las dificultades con sabiduría y constancia”.
A continuación, en los saludos a los peregrinos de lengua portuguesa, pidió recurrir al Señor, con la vista puesta en Pentecostés, para que “infunda en nosotros la abundancia de los dones de su Espíritu, para que firmes en la oración, encontremos la fuerza del Altísimo que nos hace testimonios de Jesús hasta los confines de la tierra”.
En los saludos a los fieles polacos exhortó a invocar “con corazón abierto al Espíritu Santo. Él, como proclama la secuencia litúrgica, es verdadero padre de los pobres, dador de dones, luz de los corazones, dulce huésped del alma. Recemos para que lleve reposo y reparación en medio de las fatigas, del trabajo de brazos y mente, en medio de las inquietudes y de los peligros del mundo contemporáneo”.
Por último, en los saludos finales a los peregrinos de lengua italiana, el Papa Francisco afirmó que “la fiesta ya cercana de Pentecostés me ofrece la oportunidad para animaros a implorar al Espíritu Santo para que llene de su amor los corazones de las personas, haga brillar en el mundo su luz y suscite en todos propuestas y acciones de paz”.
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