En el contexto del debate por el proyecto de reforma tributaria, los obispos de Colombia propusieron seis “criterios fundamentales” que deberían tenerse en cuenta a la hora de concretar las medidas, sin dejar de lado la dignidad de la persona humana y el bien común.
El miércoles 28 de abril, sindicatos, gremios y decenas de miles de colombianos salieron a las calles para participar de un paro nacional en protesta del proyecto de ley de reforma tributaria que pretende realizar modificaciones fiscales y que está siendo debatido en el Congreso.
Los manifestantes rechazaron la subida de impuestos que prevé el proyecto y señalan que fundamentalmente afectaría a la clase media y baja.
Pese a que las protestas fueron mayormente pacíficas, hubo disturbios en Bogotá, Cali, Medellín y Pasto.
En un comunicado publicado por los obispos católicos de Colombia el 29 de abril, propusieron que durante todo este proceso “se mantenga como horizonte el servicio a la dignidad de la persona humana y al bien común como norma fundamental y criterio rector de todas las decisiones”.
Asimismo, que se tome “conciencia de la gravedad de los problemas que afrontamos y sobre todo, de las implicaciones que tendrían las reformas planteadas para los sectores más pobres y vulnerables”.
En ese sentido, recordaron que “es apremiante acercarse a la realidad que estamos viviendo y suscitar un diálogo amplio sobre los puntos de la reforma, para que ésta pueda responder positivamente a situaciones como el desempleo y el subempleo, la falta de recursos básicos para la subsistencia, las limitaciones de los servicios de salud, la pobreza cada vez más generalizada, la inequidad social y la marginación de tantos colombianos”.
“Hay que pensar en los obreros, en los campesinos, en los indígenas y afrocolombianos, en los jóvenes, en las familias, en los estudiantes y docentes, en quienes sufren las consecuencias de la violencia que se ha recrudecido en casi todo el territorio nacional”, agregaron.
Convocando a la “mayor responsabilidad y transparencia”, los prelados enfatizaron seis criterios fundamentales que deberían tenerse en cuenta en el debate sobre la reforma tributaria.
A continuación los criterios mencionados.
- “Que se multipliquen y fortalezcan las formas de economía solidaria, es decir, las iniciativas promovidas por grupos de personas, comunidades y redes sociales, que ponen la economía al servicio de la justicia social y del ejercicio de los derechos humanos, así como del respeto y cuidado de la casa común”.
- “Que se potencien e incentiven la tarea de las organizaciones que se dedican a la promoción social y a la asistencia humanitaria. Gracias a estas expresiones concretas de solidaridad ha sido posible mitigar el sufrimiento que causa la pandemia”.
- “Que se le apunte a la inversión social, que propicia el desarrollo económico a largo plazo, y no simplemente al gasto para solucionar temporalmente algunas necesidades”.
- “Que se resalte el aspecto ético de la economía, como una corriente que contrarreste las destructivas prácticas de la corrupción pública y privada, la evasión fiscal y de las llamadas economías ilegales”.
- “Que se promueva la austeridad en el gasto público y se evidencien efectivos controles”.
- “Que se sopese la oportunidad de cada medida, teniendo en cuenta que, en este momento, dados los índices de desempleo, de pobreza y de otras limitaciones que se han acentuado enormemente por la pandemia, hay medidas tributarias que no harían más que agravar las condiciones de las personas menos favorecidas y acrecentar el número de ellas”.
Al final del comunicado, los obispos señalaron que en “esta coyuntura crítica el deber es repensar el futuro de nuestra nación, y emprender juntos la tarea de realizar un proyecto común para el país”
“Es una tarea compleja que requiere honestidad y coherencia en el dialogo y en las acciones”, añadieron.
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