Durante su visita a la ciudad de Qaraqosh este 7 de marzo, el Papa Francisco obsequió a la Catedral de la Inmaculada Concepción, un icono de la Virgen María que perteneció a la princesa Anastasia de Rusia.
En el tercer día de su viaje apostólico a Irak, el Santo Padre visitó la comunidad de Qaraqosh, ciudad “mártir” que cayó bajo el control de los yihadistas entre 2014 y 2016. El Papa fue recibido por un numeroso grupo de fieles en la iglesia, también conocida como Catedral de Al-Tahira.
Luego de su discurso y el rezo del ángelus, el Pontífice entregó una copia en pan de plata del icono de Nuestra Señora Odigitria de Smolensk (Rusia) al Patriarca Ignace Youssif Younan III.
La Santa Sede indicó que según la tradición, la imagen original fue pintada “por el mismo San Lucas Evangelista para la comunidad cristiana de Antioquía”, y señaló que los fieles suelen recurrir a la imagen de Nuestra Señora Odigitria para “invocar la paz y la armonía” y “para no sucumbir a los opresores”.
La imagen de la Virgen fue enviada a Rusia como regalo a la princesa Anastasia, y en 1101 fue llevada por Vladimir II a la Catedral de la Dormición de la Santísima Madre de Dios.
El regalo del Santo Padre es simbólico para Irak, donde la comunidad cristiana ha sido golpeada por la persecución, la discriminación y el martirio.
Según los datos difundidos por la Sala de Prensa del Vaticano, entre 2003 y 2015 murieron asesinados 1.200 cristianos, y 62 iglesias fueron dañadas o destruidas por la ofensiva del Estado Islámico.
Actualmente, el país tiene una población de 38 millones 836 mil habitantes, la mayoría musulmanes (sunitas y chiítas). Los cristianos representan una minoría, articulados en comunidades caldeas, siríacas, armenias, latinas, melquitas, ortodoxas y protestantes. Los católicos son 590 mil fieles, según datos de la Oficina Central de Estadística de la Iglesia.
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