La Diócesis de Warri (Nigeria) confirmó que el P. Harrison Wgwuenu fue liberado y que ahora se está recuperando del secuestro que sufrió en medio de una ola de inseguridad en el país.
En declaraciones a ACI África, agencia del Grupo ACI, el P. Benedict Okutegbe, administrador de la Catedral del Sagrado Corazón, en Warri, estado de Delta, confirmó que el P. Harrison fue liberado el 21 de marzo y que ahora se está recuperando de la “experiencia traumática de secuestro” que sufrió hace casi una semana.
“Estamos agradecidos con Dios por la segura liberación del P. Harrison Egwuenu. Él está bien. Por supuesto, necesita tiempo para superar la experiencia traumática”, señaló el P. Benedict.
El sacerdote, que antes trabajó como director de comunicaciones sociales de la Diócesis de Warri, agradeció a los católicos por sus oraciones por la liberación del P. Harrison. “Todos oramos y nuestras oraciones fueron escuchadas. ¡A Dios sea la gloria!”, dijo.
El P. Harrison es un “sacerdote dedicado y trabajador” que fue secuestrado el 15 de marzo “por hombres armados” cuando regresaba a la escuela católica St. George's College, en Obinomba, Delta, “donde fue nombrado director recientemente”, dijo el P. Benedict el 18 de marzo a ACI África.
El secuestro ocurrió cerca de las 8:00 p.m. en la localidad de Oria-Abraka en el estado Delta. Los criminales “lo llevaron a un destino desconocido” y en cuanto se supo del rapto “se notificó a las autoridades y se inició la búsqueda de los secuestradores”.
Ola de secuestros e inseguridad en Nigeria
El secuestro del P. Harrison es solo uno de los muchos ocurridos en el país. Otros sacerdotes y obispos han sufrido lo mismo.
En diciembre de 2020, el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Owerri, Mons. Moses Chikwe, fue secuestrado por hombres armados no identificados y luego liberado ileso.
En noviembre, hombres armados secuestraron al P. Matthew Dajo durante un ataque a la ciudad de Yangoji, donde se encuentra su parroquia. Fue liberado tras 10 días.
El 18 de marzo, el P. Benedict explicó que el problema de la inseguridad en su país “no tiene nada que ver con la religión. Se puede decir que es simplemente un reflejo del colapso del aparato de seguridad del estado y el país. Ya nadie parece estar a salvo”.
La nación de África Occidental se ha enfrentado a una creciente ola de inseguridad desde 2009, cuando el grupo islamista Boko Haram realizó una insurgencia. El grupo ha orquestado ataques terroristas contra varios objetivos, incluidos grupos religiosos y políticos, así como civiles.
La inseguridad también ha aumentado debido a las acciones de los pastores fulani, que son predominantemente musulmanes y se han enfrentado frecuentemente con los agricultores cristianos por las tierras de pastoreo.
El 25 de marzo, el P. Okutegbe dijo a ACI África que el Gobierno de Nigeria y el Presidente Muhammadu Buhari, deben priorizar la seguridad de los 201 millones de ciudadanos de Nigeria.
“Uno de los deberes principales del gobierno es la protección de las vidas y propiedades de sus ciudadanos. Es necesario que el gobierno se ponga manos a la obra y mantenga a Nigeria segura y en paz”, dijo.
La Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria también ha llamado en muchas oportunidades al gobierno a que adopte medidas estrictas para proteger a su población.
Por ejemplo, el 1 de octubre, el aniversario de la independencia de Nigeria, los obispos dijeron que “es simplemente inimaginable e inconcebible celebrar los 60 años de Nigeria cuando nuestras carreteras no son seguras; nuestra gente es secuestrada y venden sus propiedades para pagar un rescate a los criminales”.
“Los nigerianos están experimentando una invasión de sus tierras de cultivo por pastores armados Fulani; un grupo bien organizado y ya designado como el cuarto grupo de terroristas más mortíferos del mundo por el Índice Global de Terrorismo”, concluyeron.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.
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