Con casi todas las elecciones decididas en el Senado y la Cámara de Representantes en Estados Unidos, el Congreso estará muy dividido los próximos dos años, lo que parece anular la posibilidad de que se aprueben medidas abortistas extremas.
No será sino hasta el 5 de enero cuando se decida las elecciones en Georgia. Los republicanos, que ya aseguraron 50 senadores, solo necesitan acceder a uno de los dos puestos para mantener la mayoría en el Senado, pero si los demócratas, que tienen 48 senadores, logran ambos lugares tendrán la mayoría ya que la vicepresidente electa, Kamala Harris, tiene como potestad el voto de desempate en un escenario de 50 votos a 50.
La plataforma provida Susan B. Anthony List y el grupo Women Speak Out PAC apoyan a los actuales senadores y candidatos republicanos en Georgia, Kelly Loeffler y David Perdue, con más de 4 millones de dólares para la campaña de ambos, buscando lograr 1 millón de votos para las nuevas elecciones de enero.
Sin embargo, incluso si los demócratas vencen en Georgia, su estrecha mayoría sería más débil que lo que se esperaba, lo que significaría que no lograrían consenso sobre sus metas extremas respecto al aborto.
Dos cambios que habían sugerido para el Senado: abolir la función del “filibustero”, que puede bloquear o aplazar una medida o enmienda, y ampliar la cantidad de jueces de la Corte Suprema, parecen ya estar muertos.
El presidente electo Joe Biden también necesitará del apoyo del Senado para sus nombramientos en el gabinete ministerial y para aquellos destinados a las cortes federales, ya sea que tengan una postura abortista o no.
En la sesión inicial del nuevo Congreso, habrá presión para aprobar un paquete de medidas para afrontar el coronavirus. Los líderes provida han alertado que podría haber nuevas medidas para promover el aborto, aunque aún no es claro si los demócratas querrán enfrentarse en ese tema apenas comience el nuevo periodo.
Incluso en la Cámara de Representantes, con mayoría demócrata, se podría rechazar la política que pretende rechazar la Enmienda Hyde, que prohíbe el financiamiento del aborto en el seguro Medicaid.
Los demócratas tienen hasta ahora 222 representantes, los republicanos 213 y lideran ligeramente tres de las elecciones pendientes: las de los distritos 21 y 25 de California, el distrito 2 de Iowa y el distrito 22 de Nueva York.
La vocera demócrata Nancy Pelosi dijo en agosto que no incluiría la Enmienda Hyde en las leyes de 2021, mientras que el presidente electo Biden prometió también deshacer la política provida.
“Creo que sería un terrible error político” ya que “una mayoría sustancial de estadounidenses apoyan la Enmienda Hyde” y “el partido realmente se pone a la defensiva” al tratar de rechazarla, dijo a CNA el representante demócrata saliente Dan Lipinski.
“No estoy seguro de que los votos estén en la Cámara, mucho menos en el Senado, para eliminar la Enmienda Hyde”, agregó. Sin embargo, precisó el representante, los provida tendrán que estar atentos ante esta posibilidad.
Otra consecuencia de las elecciones será que el lobby provida estará en el Partido Republicano. Con la derrota de Lipinski en Illinois y del representante Collin Peterson de Minnesota, así como de Ben McAdams en Utah, ya no habrá demócratas provida.
Lipinski advirtió que la causa provida no debe concentrarse en uno solo de los partidos políticos pero precisó que es cada vez más difícil postularse para el Congreso como un demócrata provida. “Creo que es malo para el movimiento provida que esto se haya convertido en un tema para un solo partido”, agregó.
“Realmente creo que habrá un esfuerzo concertado de los grupos provida para tratar de convencer a algunos demócratas elegidos en el Congreso. Eso va a significar involucrarse en las elecciones primarias demócratas”, destacó Lipinski.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente en CNA
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