El 28 de noviembre, dentro de algo más de dos semanas, tendrá lugar en el Vaticano el séptimo consistorio del Pontificado del Papa Francisco en el que el Santo Padre creará 13 nuevos Cardenales de la Iglesia. De ellos, 9 tienen menos de 80 años y, por lo tanto, serán electores en el futuro cónclave del que saldrá elegido el sucesor de Francisco en la Sede de Pedro.
Estos eventos siempre están revestidos de la solemnidad que merecen, sin embargo, en esta ocasión, debido a las medidas sanitarias impuestas para combatir la pandemia de coronavirus, la celebración será muy diferente a la de otros años.
De los 13 futuros cardenales, dos de ellos ya han comunicado que no se podrán desplazar a Roma y, por lo tanto, recibirán el birrete púrpura en su sede. Son Mons. Cornelius Sim, Vicarios Apostólico de Brunei, y Mons. José Fuerte Advincula, Arzobispo de Capiz. Al los otros 11 se les espera en Roma.
Como suele ser habitual, lo más probable es que sea el propio Papa Francisco quien presida el Consistorio en el Altar de la Cátedra, en la Basílica de San Pedro, donde celebra todas las ceremonias pontificias desde que se desató la actual pandemia de coronavirus.
Esa será otra de las diferencias respecto a los anteriores Consistorios, ya que siempre se han celebrado en el Altar de la Confesión de la Basílica Vaticana.
Sí que se producirá la entrega del birrete y del anillo cardenalicio, siguiendo la tradición, no así el abrazo de paz con el Papa y con los demás Cardenales.
Sí que es probable que asistan al Consistorio todos los Cardenales de la Curia Romana y los demás Cardenales residentes en Roma. Por último, se prevé que el besamanos que solía producirse después del Consistorios se anulará.
Nota traducida y adaptada por Miguel Pérez Pichel. Publicada originalmente en ACI Stampa
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