El director espiritual del colegio San Agustín de Lima (Perú), fray Miguel Oblitas, indicó que es necesario llevar la verdad sin perder la caridad, frente a los comentarios malintencionados de los llamados “trolls” en las redes sociales.
En conversación con ACI Prensa, el sacerdote dijo que “la verdad no se impone, se propone”, y resaltó que si bien como católicos “debemos hacer todo lo posible para mostrar la verdad”, es necesario suspender el diálogo cuando la otra parte no desea buscarla, siempre mostrando una apertura a la conversación.
Fray Oblitas indicó que en estas situaciones es necesario usar la corrección fraterna, que es “el llamado que nos hacemos unos a otros para crecer en la verdad y el amor”, y tener como criterio a San Agustín, que enseñaba que “debemos corregir con amor al pecador y rechazo al pecado”.
Además, señaló que, en base a esa búsqueda de amar, se debe corregir en privado, escuchar antes de sentenciar y se debe dialogar con humildad, al recordar que “no somos dueños de la Verdad, estamos a su servicio. Ella (la verdad) triunfará en su debido momento”.
Fray Oblitas recordó que la “verdad sin caridad aplasta, no sana ni construye”, por lo que, “debemos dar siempre testimonio de un trato fraterno” y orar unos por otros.
Se debe recordar que “tengo delante un hermano (que puede estar e incluso permanecer en el error), no un enemigo”, señaló.
El sacerdote indicó que frente a la tentación de pecar de ira por los ataques por internet, es importante “desarrollar una mirada misericordiosa y compasiva”.
Recordó que los católicos llevan a las personas al encuentro con Cristo y por ello deben “mirar a ese hermano equivocado con los ojos de Jesús”, donde se puede encontrar “mansedumbre y firmeza al mismo tiempo”.
“Cuando solo nos quedamos en defender ideas, corremos el riesgo -incluso- de acercarnos a un fanatismo despiadado, en donde ponemos por encima de la persona y su proceso (su propia historia de salvación) el convencimiento de nuestras ideas. Los tiempos de Dios no son los nuestros”, agregó.
El sacerdote indicó que se debe aprovechar esos momentos de tentación para “conocernos más y no quedarnos en una mirada superficial y exterior”.
Asimismo, indicó que, si bien uno está en el derecho de anunciar y compartir la verdad, que viene del Evangelio, “la aceptación y asentimiento de los hombres es obra de Dios y cooperación libre de cada persona”.
“Mientras tengamos la valentía de anunciar las verdades de fe y moral; y denunciar las faltas a ellas, no hay tibieza”, señaló.
El sacerdote subrayó que no se debe perder la paciencia al decir la verdad, pues la conversión no viene de nosotros sino de Jesús y, por lo tanto, se debe “respetar los tiempos de Dios”.
“En el fondo no hay contraposición entre verdad y caridad. Si caridad se entiende por paciencia, hay que aprender que es parte de la búsqueda de la verdad”, agregó.
Finalmente, Fray Oblitas indicó que “si la fama de alguna persona o institución es dañada, debemos hacer todo lo posible para aclarar cualquier duda a la opinión pública”.
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