El Arzobispo de San José (Costa Rica), Mons. José Rafael Quirós, expulsó del sacerdocio a Mauricio Víquez Lizano, acusado de abusos sexuales y actualmente prófugo de la justicia.
El decreto fue firmado por Mons. Quirós el 25 de febrero de 2019 y sentencia a Víquez Lizano a la “pena perpetua y expiatoria de expulsión del estado clerical”. El Arzobispado informó que la resolución fue entregada al abogado canónico del exsacerdote.
El texto señala que la sentencia se emite luego del proceso realizado al entonces sacerdote, tras la denuncia presentada “por dos de las víctimas de abuso sexual”, a las que después se sumaron “otras víctimas” que fueron escuchadas y a quienes se tomó su declaración.
“Todo ello ha venido a esclarecer, conforme a la verdad, lo dolorosamente acontecido”, expresa la resolución.
“Observando la normativa canónica, al demandado se le dio el derecho a responder de lo que se le acusaba, conoció lo que contiene el expediente e igualmente declaró”, indicó.
Posteriormente, el expediente fue enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que autorizó e instruyó al Arzobispo “para dictaminar la causa con una resolución”, que firmó el 25 de febrero y que establece la expulsión del estado clerical de Víquez Lizano.
La Arquidiócesis indicó que “dado que el procesado tiene el derecho de sesenta días a partir de la fecha de notificación del decreto para presentar recurso jerárquico contra el mismo, ante la Sesión Ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma, y, que por tanto el caso prosigue ante esa Congregación en razón a ese tiempo de apelación y por respeto a ello, no se darán ulteriores declaraciones públicas sobre el fondo del mismo”.
El caso de Víquez Lizano
El exsacerdote Mauricio Víquez Lizano fue durante un tiempo director de Telefides y vocero de la Iglesia en Costa Rica y, según Maikol Rodríguez Solera y Anthony Venegas Abarca, abusó de ellos cuando tenían 13 y 14 años respectivamente.
En declaraciones a Noticias Repretel en octubre de 2018, Rodríguez dijo que el sacerdote “buscaba personas vulnerables” para que vieran pornografía en la casa cural e hicieran actos obscenos.
Por su parte, Venegas dijo que cuando en el 2003 denunció al sacerdote ante la Arquidiócesis lo atendió el entonces Vicario General, Mons. José Rafael Quirós. “A él yo le conté los abusos que estaba viviendo, las consecuencias que había vivido en ese momento. Prometió protección y anonimato, que nadie en la parroquia se iba a dar cuenta de que nosotros éramos los que habíamos ido a denunciar”.
“Después de eso decidieron olvidarme, hacerme a un lado y no volver a contactarme”, agregó. Dijo que cuando en 2018 hizo la denuncia canónica contra el P. Víquez, confrontó al Arzobispo Quirós quien “alegó falta de expertise” (pericia) en ese tiempo.
En septiembre de 2018 Rodríguez y Venegas denunciaron ante la Nunciatura en Costa Rica a Mons. Quirós por supuesto encubrimiento de los abusos de Víquez.
Según informa el semanario Universidad, Víquez “fue notificado por el Tribunal Canónico antes del 7 de enero sobre la única denuncia que podría llevarlo a la cárcel” y en esos días salió del país. Actualmente está con orden de captura internacional.
En una entrevista con Radio Fides el 20 de febrero, el P. Alejandro Jiménez, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico, negó que la Arquidiócesis haya informado anticipadamente o de forma “dolosa” al sacerdote para que saliera del país. “Esto es falso, rotundamente falso”, dijo el Vicario Judicial.
Indicó que por derecho el entonces sacerdote tenía la posibilidad de conocer las actas y “esa es la razón por la que supo de los hechos, no porque se le entregue maledicentemente”. Señaló que esto ocurrió en diciembre de 2018.
Según el semanario Universidad, la ausencia de Víquez “imposibilita a las autoridades judiciales notificarlo o tomarle declaración”. “Mientras, el tiempo corre y aumenta el peligro de que el caso prescriba en setiembre, cuando el denunciante cumpla 28 años de edad (como estipula la ley actual para casos de abusos sexuales a menores)”, señala.
La respuesta de la Arquidiócesis de San José
El Arzobispo de San José, que ha negado las acusaciones de encubrimiento, indicó en octubre de 2018 que las denuncias contra Víquez estaban bajo “una investigación que es reservada y no me puedo referir a algo que apenas está empezando”.
En un comunicado del 14 de febrero de 2019, la Arquidiócesis informó que la denuncia formal canónica contra Víquez fue presentada por Rodríguez y Venegas en mayo y junio de 2018 respectivamente.
Asimismo, indicó que cuando Mons. Quirós recibió la denuncia por primera vez en 2003, “informó al Arzobispo de San José, Mons. Hugo Barrantes Ureña. Respondiendo a esta queja y solicitud de quienes la interpusieron, el sacerdote Víquez Lizano fue removido del oficio de párroco y se decidió no iniciar ninguna acción que lesionara la buena fama de los menores afectados como en la conversación fue solicitado. A partir de ese momento nunca más tuvo oficios parroquiales”.
El 27 de julio de 2018 Mons. Quirós suspendió “de todos los oficios sacerdotales al presbítero Víquez Lizano”.
La Arquidiócesis indicó en su comunicado que el expediente con las acusaciones fue recibido “en su momento” por la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.
Además señala que quienes acusaron a Víquez pidieron 200 mil dólares cada uno, una solicitud “que fue rechazada por el Arzobispo. Lo anterior consta en solicitud escrita por los señores Rodríguez y Venegas con fecha del 27 de julio de 2018. Esta solicitud les fue denegada y comunicada en reunión sostenida con ellos el 3 de agosto de 2018”.
Por su parte, en declaraciones recientes a Radio Fides, el Obispo Auxiliar de San José, Mons. Daniel Blanco dijo que la Arquidiócesis confía en los tribunales del país. “Sabemos que estamos en un Estado de derecho y sabemos que la justicia va a prevalecer, confiamos plenamente en que se va a hacer justicia en este proceso”, señaló.
Asimismo, negó que la Iglesia conozca el paradero de Víquez y le pidió que regrese a Costa Rica y enfrente la justicia.
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