El Arzobispo de Múnich y Frisinga (Alemania), Cardenal Reinhard Marx, animó a implementar la rastreabilidad y transparencia porque “son un factor decisivo para la confiabilidad y credibilidad de la Iglesia”. Así lo dijo este 23 de febrero en su intervención durante el encuentro vaticano sobre la protección de menores.
En su ponencia titulada “transparencia como comunidad de creyentes”, el Presidente de la Conferencia episcopal alemana aseguró que para él “la transparencia significa que las acciones, las decisiones, los procesos, los procedimientos y así sucesivamente son comprensibles y rastreables”. “No es la transparencia lo que daña a la Iglesia, sino los actos de abuso cometidos, la falta de transparencia o el encubrimiento consiguiente”, denunció.
En esta línea, el Purpurado alemán aseguró que “es un problema fundamental que debemos afrontar juntos como Iglesia, de manera especial y específica en lo que respecta a la gestión apropiada del tema de los abusos”, porque según explicó, la administración “documenta lo que se ha discutido, acordado y realizado; previene olvidos y conserva las cuestiones mucho más allá del momento, de modo que hace posibles la confiabilidad y la fidelidad a la propia palabras”.
“El abuso sexual de niños y jóvenes se debe, en gran medida, al abuso de poder en el ámbito de la administración” denunció el Cardenal Marx y, en este sentido, dijo que “la administración no ha ayudado a cumplir la misión de la Iglesia, sino que, por el contrario, la ha oscurecido, la ha desacreditado y la ha hecho imposible”.
De este modo, el Cardenal Marx explicó que “los archivos que podrían documentar los hechos terribles e indicar los nombres de los responsables han sido destruidos o ni siquiera se han creado. En vez de los culpables, fueron amonestadas las víctimas y se les impuso el silencio”.
“Los procesos y procedimientos establecidos para procesar los delitos fueron deliberadamente ignorados, e incluso cancelados o anulados. Los derechos de las víctimas han sido pisoteados y dejados a merced de cada individuo”, denunció.
Por ello, el Arzobispo alemán insistió en la necesidad urgente de “una administración que no solo contribuya a llevar a cabo la misión de la Iglesia, sino que en alguna medida encarne lo que se quiere realizar con esta misión” y para ello, una cuestión esencial es que las personas “se sientan apreciadas, puedan fiarse del sistema, se sientan seguras y tratadas de forma justa”.
“Los procedimientos administrativos se vuelven transparentes si es comprensible y rastreable quién ha hecho qué, cuándo, por qué y con qué fin y qué se ha decidido, rechazado o asignado” explicó el Purpurado quien destacó también que “los principios de presunción de inocencia y protección de los derechos personales y la necesidad de transparencia no se excluyen mutuamente”.
Asimismo, el Cardenal Marx afirmó que la rastreabilidad y la transparencia son “un compromiso constante, que se puede llevar a cabo también con el apoyo de expertos externos a la Iglesia”.
En este sentido, el Purpurado alemán sugirió “redefinir la confidencialidad y el secreto, y hacer una distinción con respecto a la protección de los datos”, “establecer normas procesales o transparentes y reglas para los procesos eclesiásticos es esencial” y comunicar el “número de los casos y de los detalles relativos en la medida de los posible”.
Por último, Marx recordó que “siempre debemos ser conscientes de que la rastreabilidad y la transparencia son extremadamente importantes, incluso más allá del contexto de los abusos, por ejemplo en el sector financiero” por lo que animó a dar “un paso valiente en esta dirección”.
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