La Superiora General de la Sociedad del Santo Niño Jesús, Sor Verónica Openibo, exhortó a tomar las medidas necesarias para “mantener la tolerancia cero hacia los abusos sexuales” con transparencia. “No escondamos más semejantes hechos por miedo a equivocarse”, pidió.
Así lo dijo este sábado 23 de febrero en el encuentro vaticano sobre la protección de menores durante su ponencia “apertura al mundo como consecuencia de la misión eclesial” en la que la religiosa dijo que “este es nuestro año de gracia, asumamos con valentía la responsabilidad de ser verdaderamente transparentes y responsables”, pidió.
Sor Verónica aseguró que “al momento presente vivimos un estado de crisis y de vergüenza. Hemos ofuscado gravemente la gracia de la misión de Cristo” y sugirió a los líderes eclesiales presentes en el Aula Nueva del Sínodo “pasar del miedo, del escándalo a la verdad”.
“¿En qué modo podemos dar un vuelco a todo esto transformándolo en un tiempo para evangelizar, catequizar y educar a todos los miembros de la Iglesia, incluidos el clero y los religiosos?”, preguntó.
Además, la Superiora General de la Sociedad del Santo Niño Jesús reconoció que “la Iglesia ahora está adoptando medidas para detener la situación, y también para ser más transparente respecto a todo lo realizado privadamente por más de dos decenios, como encontrar a las víctimas de abusos sexuales, denunciar los casos a las autoridades civiles competentes e instituir comisiones”.
Sin embargo, el desafío actual es cómo afrontar la cuestión de los abusos sexuales sobre los menores “en modo más directo, transparente y valiente como Iglesia” y animó a “no esconder más semejantes hechos por miedo a equivocarse”.
En esta línea, sor Verónica señaló que “es mejor tener conversaciones valientes antes que no decir nada para evitar cometer un error” y añadió que el primer paso hacia la transparencia es “admitir las violaciones y después hacer público lo que se ha hecho”. “Quizás a los ojos de muchos no bastará, pero demostrará que la Iglesia no se ha quedado en total silencio”, explicó.
Refiriéndose a las regiones del mundo en donde hay “grandes problemas de pobreza, enfermedad, guerra y violencia” la religiosa alertó que no significa que al tema de los abusos sexuales “se le tenga que quitar importancia o ignorar”.
De hecho, sor Verónica destacó que “para muchas víctimas ser escuchadas y ayudadas psicológica y espiritualmente ha sido el inicio del proceso de curación” por lo que propuso programas educativos en parroquias y escuelas, hospitales y otros lugares en donde se desempeña el ministerio pastoral.
Para ello, la religiosa aseguró que “se necesitan católicos, junto con otras personas con principios símiles, en puestos influyentes, por ejemplo en la industria cinematográfica, en la televisión y en la publicidad” para que juntos puedan “promover una mejor visión de la persona humana” y utilizar mejor los medios de comunicación social “para educar a las personas en todo el ámbito de la sexualidad y de las relaciones humanas”.
En este sentido, remarcó también que es esencial, “una educación y una formación clara y equilibrada sobre la sexualidad y los confines en los seminarios y en las casas de formación; en la formación permanente de los sacerdotes, religiosos y religiosas y obispos”.
“Estamos llamados a proclamar la buena nueva pero debemos ser buena nueva para las personas que servimos hoy en día”, animó la religiosa quien recordó que en octubre de 2019 se convocó el Mes Misionero Extraordinario.
Por otro lado, sor Verónica recordó el caso de los obispos chilenos y aseguró que el Papa Francisco fue “un ejemplo para todos” por “haberse tomado el tiempo, como buen jesuita, para discernir y para ser tan humilde al cambiar de idea, pedir perdón y actuar”.
Además, la religiosa agradeció al Santo Padre “por haber ofrecido a todos nosotros esta oportunidad de controlar y verificar dónde hemos actuado en modo extraño, con ignorancia, en secreto y complacencia”.
“Creo que modificaremos, con gran determinación, nuestro completo acercamiento ante la denuncia de abusos, sosteniendo a las víctimas, buscando a las personas adecuadas para acompañar y ofrecer apoyo a las víctimas y, sobre todo, al hacer todo lo posible para proteger a los menores y a los adultos vulnerables de cualquier forma de abuso” aseguró.
Al finalizar, sor Verónica Openibo confió esperar que al final de esta conferencia “elijamos deliberadamente romper con cualquier cultura del silencio de los secretos entre nosotros, para hacer entrar más la luz en nuestra Iglesia”.
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