Ante esta situación, ¿qué pueden hacer los profesores y los padres de familia? Para responder a esta pregunta ACI Prensa entrevistó al P. Alejandro Arango, encargado de las redes de escuelas salesianas en el Perú.
1.- ¿Cómo acercarse a los jóvenes y adolescentes?
“Si los adultos y los educadores miramos de lejos a los muchachos no podemos tener una relación personal con ellos”, señaló el sacerdote. Para acercarse a un joven se necesita “paciencia y humildad” para “aprender a estar en su escenario”.
“Una vez allí hay que aprender a escucharlo y a ver las preguntas que están más allá de sus gestos. Porque a veces un gesto agresor o una palabra fuera de tono no es una agresión ni un insulto. Es tal vez reclamo o una solicitud. Al estar con ellos, se puede aprender a decodificar sus mensajes”, explicó.
Al respecto recordó lo que se decía Don Bosco cuando notó que los sacerdotes eran poco comunicativos: “cuando yo sea sacerdote no seré así. Buscaré que los muchachos y los niños no me tengan miedo”.
2.- ¿Qué hacer cuando los escolares están expuestos a la ideología de género y a la mentalidad liberal?
El sacerdote salesiano indicó que se requiere que tanto el profesor como el padre “tengan una integridad moral a rajatabla. Que se preocupen por ser personas íntegras”.
“Lo que pienso, lo siento, lo creo y lo vivo. Las convicciones morales que cultivo son parte de un diseño de persona tiene sentido hacia la felicidad. Integridad coherencia de vida”. Así el muchacho tendrá un modelo a seguir y un “pilar” de apoyo.
3.- “No juzgues a los jóvenes. Acompáñalos”
Ante la exposición la mentalidad liberal, la ideología de género, la violencia, entre otros, el presbítero señaló que “el muchacho necesita ser acompañado y comprendido”.
“El joven no es un culpable criminal, más bien es una víctima de un escenario donde otros adultos responsables del bien y del mal que se propaga sí tienen responsabilidad”, precisó el P. Alejandro Arango.
4.- Cuando los padres no están…
Cuando un niño que está en primaria o un adolescente de secundaria hace las tareas solo en casa “está expuesto a la televisión y al Internet” y esto “hace que él se confunda. Le falta presencia y acompañamiento”.
“Yo invitaría a que se revise la estructura social del trabajo. ¿Por qué papá y mamá tienen que volver a altas horas de la noche? ¿Por qué la sociedad y el mercado no consideran que ser padre y ser madre es una tarea que también lleva tiempo humano y disponibilidad? Todos estamos enfocados en trabajar para tener un estándar de vida, que es ahora todo lo que importa en nuestra vida”, dijo el sacerdote.
5.- Involucrar a los escolares en actividades de servicio
El P. Arango comentó que “el muchacho crece para hacer amigos. La amistad sigue siendo el horizonte de crecimiento de cualquier muchacho”.
Añadió que basta con mirar Facebook y las demás redes sociales donde “se está para hacer amigos o para que alguien me sea amigo”. Entonces “yo creo que los educadores con inteligencia y efectividad deberían proponer unas experiencias para relacionarse con los demás. Un ejemplo son los voluntariados”.
“El hacer algo bueno por los demás genera una afectividad más comprometida”, señaló el sacerdote. También recordó la invitación del Papa Francisco por la Jornada Mundial de la Paz donde pidió “superar la indiferencia a la que la sociedad de consumo nos expone o nos impone”.
“¿Cómo superar es indiferencia? Yendo a conocer a las personas, viviendo con ellas y haciendo algo por ellas”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de noviembre de 2015
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