La penitencia implica realizar un examen de conciencia y tener un propósito de enmienda para no volver a cometer las mismas faltas.
Después que confesamos nuestros pecados a un sacerdote, él nos impone el cumplimiento de una penitencia. Según el P. Donato Jiménez, cada penitencia corresponderá a los errores que cometimos. Por ejemplo, el caso del robo. Se tratará de devolver los objetos o dar limosna a los pobres.
De acuerdo con el catecismo de la Iglesia, la penitencia debe expresarse en las obras de misericordia. Podemos ayudar a nuestros amigos o familiares en alguna necesidad que tengan, visitar a los parientes o amistades que están en los hospitales o en asilos, entre otras cosas. También el ayuno y la oración son formas de ayuda espiritual.
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