El Papa Francisco agradeció la acogida que en Eslovaquia están dando a los refugiados de Ucrania.
Así lo indicó el Santo Padre este 30 de abril al recibir en el Aula Pablo VI del Vaticano a más de 2.500 peregrinos procedentes de Eslovaquia que viajaron a Roma para dar a gracias al Papa por el viaje apostólico que realizó en septiembre de 2021.
En su discurso, el Papa Francisco mencionó algunas etapas de su visita apostólica a Eslovaquia y recordó que fue recibido con el pan y la sal, signo que conduce a la imagen de la sal del Evangelio.
“Recientemente su acogida ha vuelto a manifestarse, esta vez en el trágico contexto de la guerra. En los últimos meses, muchas de sus familias, parroquias e instituciones han acogido bajo su techo a madres e hijos de familias ucranianas obligadas a separarse para salvarse, que llegaron con su pobre equipaje”, señaló el Papa.
En esta línea, el Papa Francisco subrayó que “al mirarlos a los ojos, son testigo de cómo la guerra violenta los lazos familiares, priva a los niños de la presencia de sus padres, de la escuela, y deja a los abuelos abandonados”.
“Los animo a seguir rezando y trabajando por la paz, que se construye en nuestra vida cotidiana, también con estos gestos de caridad acogedora. Y sé que son solidarios, no solo con sus hermanos vecinos, sino también con los que están lejos, como los de Cuba”, explicó el Papa.
Luego, el Santo Padre destacó que “quien acoge a un necesitado no solo hace un acto de caridad, sino también de fe, porque reconoce a Jesús en el hermano. ¡Que Dios los mantenga siempre ricos en la sal de la hospitalidad! Y que su sal no pierda nunca su sabor, renovándose siempre al extraer la sangre vital de sus raíces”.
Por ello, el Papa invitó a conservar y cultivar la herencia de los Santos Cirilo y Metodio para “construir puentes de fraternidad junto a todos los pueblos que se nutren de las mismas raíces de la evangelización de Europa, con los dos pulmones del cristianismo, de los que hablaba el Santo Papa Juan Pablo II”.
Salud del Papa
Antes de concluir, el Santo Padre explicó que el saludo a la delegación lo realizaría sentado porque el médico le ha prohibido caminar.
“Ahora les daré la bendición y rezaremos juntos para que el Señor bendiga a todos. Y luego me despediré de ustedes, pero hay un problema: esta pierna no está bien, no funciona, y el médico me ha dicho que no camine. Me gusta caminar..., ¡pero esta vez debo obedecer al médico! Por eso les voy a pedir que hagan el sacrificio de subir las escaleras, y me despido de ustedes desde aquí. Es una humillación, pero la ofrezco por su país. Gracias”, afirmó el Papa.
Publicar un comentario