El Papa Francisco invitó a unirse al camino de conversión experimentado por San Ignacio de Loyola tras ser herido en la pierna en 1521 en la defensa de la ciudad de Pamplona frente a las tropas francesas.
Durante su larga convalecencia, San Ignacio experimentó una conversión y una transformación de vida que le llevó, una vez recuperado, a iniciar una peregrinación a Jerusalén. Con motivo de este acontecimiento, del que se cumplen 500 años, hoy se inaugura en Pamplona el Año Ignaciano.
En el mensaje del Papa Francisco, difundido en su perfil oficial de la red social Twitter, el Santo Padre recuerda los 500 años de la herida sufrida por San Ignacio en Pamplona: “Invito a todos a unirse al camino de conversión con el peregrino Ignacio, a fin de que podamos ser renovados y veamos nuevas todas la cosas en Cristo”.
Hoy se cumple el 500.º aniversario de la herida sufrida por San Ignacio de Loyola en Pamplona. Invito a todos a unirse al camino de conversión con el peregrino Ignacio, a fin de que podamos ser renovados y veamos nuevas todas la cosas en Cristo. #Ignatius500
— Papa Francisco (@Pontifex_es) May 20, 2021
En el año 1521 los reinos de la península Ibérica atravesaban varios conflictos dinásticos dentro del proceso de unificación de las diferentes coronas españolas. En concreto, existía una disputa entre España y Francia por el reino de Navarra.
En ese contexto, tropas francesas sitiaron la ciudad de Pamplona. Ignacio, que pertenecía a una familia noble y era un hombre de armas al servicio de Castilla, logró acceder a la ciudad sitiada para participar en su defensa.
Durante los combates, una bala hirió de gravedad a Ignacio en la pierna derecha. Su familia lo traslada a la casa familiar donde sigue una larga convalecencia. Es entonces cuando inicia su conversión, abandona sus comodidades e inicia una vida de fe con una peregrinación a Jerusalén.
A su regreso se aloja en un convento de Manresa y se retira para dedicarse a la oración que marcarán el inicio de la elaboración de sus “Ejercicios Espirituales”.
Además de la Misa de inauguración en el contexto del Año Ignaciano se abrirá el 31 de julio la puerta santa de Manresa, el Papa Francisco presidirá una Misa el 12 de marzo de 2022 en Roma para conmemorar la fecha de la canonización de San Ignacio y, finalmente, se clausurará en Loyola el 31 de julio.
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